Josué Porras Estebanot / @josuedporras
Los peloteros venezolanos han empezado siendo noticia en el Spring Training de 2023, especialmente dentro del seno de la organización de los Yankees de Nueva York. Andrés Chaparro, Carlos Narváez y Jesús Bastidas, son tres peloteros jóvenes pertenecientes a los Bombarderos del Bronx, que están luchando por un puesto de cara a 2023.
Este trío de toleteros criollos fue noticia el día de ayer, 26 de febrero, ya que los tres conectaron cuadrangulares en la victoria del equipo neoyorquino sobre los Azulejos de Toronto por marcador de 9-5. Además, los tres jugadores se combinaron para irse de 8-4, con cinco carreras impulsadas.
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La gran actuación de los venezolanos no pasó desapercibida, especialmente si tenemos en cuenta que ninguno de los tres pertenece al roster del equipo, y están como invitados en el equipo grande de los Yankees para estos entrenamientos primaverales del 2023.
Ante la repercusión que puede tener una actuación importante vistiendo una camiseta de peso como la de los Yankees, es bueno repasar un poco quiénes son estos prospectos venezolanos.
Andrés Chaparro:
De los tres jugadores, Chaparro probablemente es el mejor rankeado. El merideño firmó el 2 de julio de 2015 por un bono de 215.000 dólares, directo desde la Academia de Carlos Guillén, y es un tercera base que puede ser bastante útil con el madero.
El oriundo de El Vigía, que mide 1.85 metros y pesa 90 kilos, ha desarrollado bastante fuerza a la ofensiva. En 2022, entre las categorías Clase A y Doble A, Chaparro conectó 20 cuadrangulares e impulsó 55 carreras. Además, en 2022 el merideño dejó una excelente línea de .296/.370/.592, todo en 71 encuentros.
En Venezuela, Chaparro ya logró debutar con su equipo, las Águilas del Zulia, con quienes disputó 10 juegos en la campaña 2021/22 y dejó línea de .250/.455/.594, con tres cuadrangulares y cinco rayitas fletadas.
Jesús Bastidas:
Fue la firma internacional más grande de los Yankees durante el período de firmas del año 2015. El larense firmó el 2 de julio de 2015 por 300.000 dólares, el tope máximo que podían ofrecer los Yankees de Nueva York durante aquel período de firmas.
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Bastidas es un campocorto bastante seguro, de buena habilidad con el guante y de buena potencia en el brazo. Sin embargo, el talón de aquiles del oriundo de Barquisimieto es la ofensiva, sin embargo, viene de su mejor año en dicha faceta, al conectar 18 cuadrangulares en Doble A.
Carlos Narváez:
El receptor venezolano firmó también en 2015, y al igual que Chaparro, viene de la Academia de Carlos Guillén. Narváez firmó por un bono de 50.000 dólares, y en Venezuela pertenece a los Cardenales de Lara, pese a que aún no ha hecho su debut.
Narváez es un receptor bastante sólido detrás del plato, con flexibilidad y habilidad para recibir y manejar el pitcheo de su equipo. Sin embargo, a Narváez también le ha faltado algo de constancia en la ofensiva. En 2022, bateó para tan solo .194/.327/.383, con 11 cuadrangulares y 35 impulsadas.
