Harold Capote Fernández
7 de febrero, fecha importante para la pelota venezolana, en especial en el ámbito de los Navegantes del Magallanes, por ser este día el cumpleaños de Melvin Mora. El muchacho de Agua Negra llega a sus 50 primaveras este lunes.
Si debemos describir su carrera con un par de palabras, esas serían admiración y constancia. Él se consagró como un admirable pelotero precisamente gracias a esa perseverancia que le hizo consagrarse como uno de los jugadores criollos más relevantes.
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Melvin Mora, los inicios con el Magallanes
Durante la temporada 1991-1992, a sus 19 años se estrenó en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP). En sus comienzos fueron escasas las oportunidades que recibió, en esos dos primeros torneos participó solo en 22 compromisos.
Fuente: pelotabinaria.com.ve
Gracias a su carácter indoblegable e intensidad en el campo, desde la 93/94 fueron mayores los chances, 43 juegos. Su nombre cada vez más se hizo de un espacio e importancia en el esquema de los azules.
Precisamente esa gran entrega de Melvin hacia el juego y la causa magallanera fue lo que cambió el rumbo de la nave en el primer enfrentamiento de los Eternos Rivales en una Final. Su inolvidable atrapada ante tablazo de Omar Vizquel fue lo que ayudó a dar forma y fondo a la consecución campeonil de los eléctricos.
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Desde ese punto, el yaracuyano fue parte integral de otros dos títulos, siendo figura de primer orden en la mejor década en la historia de los Navegantes.
Melvin Mora, el indoblegable
Su camino hacia el mejor beisbol del mundo fue espinozo. Firmado originalmente por los Astros de Houston, con ellos la oportunidad de graduarse como grandeliga no llegó, viviendo incluso una pasantía por el beisbol asiático.
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Poco después de eso las cosas tomaron un giro del todo favorable cuando se unió a los Mets de Nueva York a mediados de 1998, organización que quedó maravillada con sus cualidades arribando a la gran carpa el 30 de mayo de 1999.
Foto: Cortesía
En su debut debió enfrentar nada menos que a la Gran Unidad, Randy Johnson.
Desde ese día y por 13 temporadas ininterrumpidas se mantuvo en el máximo nivel, convirtiéndose en un ídolo de primer orden en los Orioles de Baltimore, elenco en el que tiene un puesto como parte de su Salón de la Fama.
Así de bueno era Melvin Mora, inolvidable muchacho del beisbol venezolano.
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