Harold Capote Fernández | @batesbeisbol
¿Qué se puede escribir o decir de Baudilio Díaz que ya no se haya mencionado con anterioridad? Al referirse (teclear en este caso) sobre “El Cambao”, es mencionar a una de las figuras más destacadas de su tiempo, no solo en el Beisbol Venezolano, así como en el ámbito deportivo nacional.
Este martes 23 se conmemoran 31 años de la inesperada partida física de quien en su momento se erigió como el mejor receptor que esta tierra haya parido. Así lo avala su rendimiento en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) y las Grandes Ligas.
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Una fecha como hoy marca un antes y un después en el pasatiempo nacional. Su fallecimiento estremeció a esa generación de aficionados, no solo a los seguidores de Leones del Caracas, sino a los fanáticos en pleno de la pelota.
Díaz recuerda lo realmente frágil que es la vida. La suya cumplió su ciclo terrenal como consecuencia directa de un accidente tan lamentable como absurdo.
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Baudilio Díaz o Bo, como le decían los "gringos"
Este jugador de la posición defensiva número 2, ciertamente, no fue una superestrella de las Mayores, pero sí fue un hombre que se ganó el respeto, admiración y aprecio de muchos de sus colegas y de los medios estadounidenses que dan cobertura a esta fuente.
A Bo su forma de ser le granjeó cada una de esas consideraciones positivas, por eso lo ocurrido ese 23 de noviembre de 1990, de manera inevitable, se hizo eco en la prensa del país norteamericano.
Hoy recordamos los acontecimientos de esa jornada con la firme intención de celebrar lo que fue su vida y su respetable carrera en el deporte de los bates, guantes y pelotas.