Harold Capote Fernández | @batesbeisbol
Reza un viejo axioma de la pelota que cuando un equipo no obtiene resultados positivos, más sencillo es salir del mánager que del cuerpo técnico en pleno, ni decir de la mayoría de los jugadores; eso precisamente acaba de ocurrir este lunes en el seno de las Águilas del Zulia.
El conjunto rapaz ha anunciado el despido del mánager, Rouglas Odor, siendo sustituido por el experimentado Marcos Davalillo.
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Ahora bien, al indagar en las estadísticas generales del torneo 2021-2022 fácilmente encontraremos el motivo por el que los aguiluchos se encuentran en el frío sótano del Beisbol Profesional Venezolano:
A la fecha, la ofensiva zuliana es última entre los ocho elencos en promedio de bateo (.256), porcentaje de embasado (.343), sluggin (.332), OPS (.675), hits conectados (119), carreras anotadas (57), carreras empujadas (52), bases alcanzadas (154) y jonrones (2).
Para elevar todavía más esta situación de crisis, el pitcheo alado es también último, junto a Tigres, en juegos ganados (4), es el staff que más partidas ha perdido (10), son los segundos que más hits permiten (152), los segundos, con Tiburones, que más carreras limpias ceden (69), tienen la segunda cifra más alta de cuadrangulares permitidos (11) junto a Leones, así como ostentan la segunda cantidad más elevada de bases por bolas (48), al igual que Bravos.
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Al existir esta falla tan evidente en los aspectos fundamentales del beisbol, ¿se entiende la explicación al mal arranque de Águilas del Zulia?
Definitivamente algo tenían que hacer en Maracaibo, y tanto la afición como el cuerpo gerencial aguilucho esperan que con un nuevo piloto la situación pueda dar un giro de 180º, ¿ahora qué respuesta les dará el transitar del calendario?