La ciudad de Cleveland es sede del Salón de la Fama, pero no el de Grandes Ligas, al que en 5 años o un poco más llegará Miguel Cabrera; esta localidad del estado de Ohio en Estados Unidos alberga el sacrosanto recinto del Rock and Roll, es parte de su identidad y en base a ello este domingo fue homenajeado el mejor bateador venezolano que se haya visto en el máximo nivel.
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En lo que fue el último encuentro para el Señor Miggy en casa de los Guardianes, previo al compromiso esta organización tributó la gran carrera del ilustre visitante; José Ramírez, el jugador de más jerarquía de los otrora Indios se encargó de hacer entrega de una guitarra eléctrica, propia de la música rock, estuvo flanqueado por los paisanos criollos Andrés Giménez, Gabriel Arias y Brayan Rocchio.
Aunque no era necesario romper el hielo, Cabrerita no desaprovechó para manifestar su característico buen humor, con una broma en la que hizo sombra, movimientos alusivos a una pelea de boxeo con el recio toletero dominicano.
Durante su trayectoria de 21 campañas, el maracayero hizo del Progressive Field uno de sus parques favoritos para desplegar su fuerza de Tigre; en el terreno de los anteriormente aborígenes consiguió 26 cuadrangulares, la misma cifra que acumula en el hogar de los Medias Blancas de Chicago y que representa su tope cuando ha jugado en condición de visita.
Asimismo, ahí dio 23 dobles, anotó 72, empujó 89, se robó 2 bases, completó 145 imparables para promedio de bateo en .297, con porcentaje de embasado de .371, slugging en .504 y OPS de .875, todo en 126 partidos sin incluir la jornada de este 20 de agosto.