NOTAS RELACIONADAS
La cifra de los 500 millones de dólares, que hasta hace poco parecía un sueño lejano incluso para los mejores peloteros del planeta, hoy se ha vuelto una realidad palpable para las máximas estrellas del beisbol. Con la reciente firma de Vladimir Guerrero Jr. y los Azulejos de Toronto por 14 años y 500 millones de dólares, el panorama de los contratos en las Grandes Ligas ha sido redefinido por completo.
"Vladdy", quien ha sido el rostro de la franquicia canadiense desde su irrupción en Las Mayores, decidió asegurar su futuro y comprometer su carrera a largo plazo con el club que lo vio convertirse en estrella.
Este acuerdo no solo lo coloca como el tercer jugador mejor pagado en la historia de la MLB, sino que también refuerza la tendencia de mega extensiones que buscan blindar talento joven antes de que llegue a la agencia libre.
Juan Soto con los Mets (765 millones por 15 años) y Shohei Ohtani con los Dodgers (700 millones por una década) completan la nueva elite de contratos faraónicos. Con estas cifras como referencia, surge la pregunta inevitable:
¿Quién será el próximo en unirse a este selecto grupo?
Hay otros nombres que despiertan expectativa. Gunnar Henderson, el joven infielder de los Orioles de Baltimore, lidera la lista de potenciales candidatos, gracias a su impacto inmediato y su margen de crecimiento. Le siguen Elly De La Cruz de los Rojos de Cincinnati, cuyo talento y explosividad lo convierten en un fenómeno del diamante, y Kyle Tucker, un bateador consolidado que ahora forma parte del núcleo de los Cachorros de Chicago.
No hay que perder de vista a Paul Skenes, lanzador de gran proyección con los Piratas de Pittsburgh, ni a Jackson Holliday, promesa de los Orioles, quien aún no ha tenido una temporada completa pero ya genera comparaciones con los grandes del juego.
El mercado actual parece haber elevado el precio de la excelencia. Si el patrón continúa, no pasará mucho tiempo antes de que veamos un nuevo contrato romper esa barrera psicológica de los 500 millones. Y con tantos talentos emergentes, el beisbol parece estar entrando en una era dorada… también en lo económico.