Los Bravos de Atlanta, tras una temporada 2024 en la cual fueron eliminados en la serie del comodín de la Liga Nacional ante los Padres de San Diego, se preparan para realizar movimientos estratégicos que fortalezcan su roster de cara a la campaña 2025. Con una base sólida de jugadores estelares como Ronald Acuña Jr., Matt Olson y Ozzie Albies, el enfoque se centra en áreas específicas que solidifiquen una plantilla que ya luce como una de las mejores del torneo.
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Aunque es cierto que la rotación cuenta con buenos talentos como Spencer Strider, Chris Sale y Reynaldo López, la incorporación de un brazo estelar sería algo de suma importancia para el club, tomando en cuenta la reciente salida de Max Fried, serpentinero que había sido fundamental para el quinteto de abridores en los últimos años.
Si bien Ronald Acuña Jr. es una pieza clave en los jardines, la defensa en las esquinas podría beneficiarse de mejoras. La adquisición de un jardinero con habilidades defensivas destacadas complementaría la ofensiva potente del equipo y reduciría la presión sobre Acuña. La adición reciente de Bryan De La Cruz fue una respuesta a esa problemática, aunque en el porvenir de la pretemporada no es descabellado pensar en que Atlanta podría sumar otra pieza de mayor envergadura para las praderas.
Más allá de eso, "el Abusador" no estará con el equipo durante, al menos, los primeros dos meses de la zafra por su lesión de rodilla, algo que se espera que afecte considerablemente el funcionamiento del equipo en el arranque.
Es menester señalar que las decisiones financieras jugarán un papel crucial en los movimientos de los Bravos. La gerencia deberá equilibrar la calidad de las incorporaciones con las restricciones presupuestarias, evitando comprometer la flexibilidad financiera a largo plazo. La decisión de no renovar a Travis d'Arnaud, rechazando su opción de US$8 millones, reflejó su estrategia de manejo salarial.