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Los ponches en la Serie Mundial son el resultado de una combinación perfecta de habilidad, control y valentía. Los lanzadores deben ejecutar sus pitcheos con una precisión milimétrica, aprovechando las debilidades de cada bateador. Además, deben poseer una recta potente y una variedad de rompientes capaces de dejar atónitos a los mejores bateadores del planeta.
Los grandes nombres
A lo largo de la historia de la Serie Mundial, varios lanzadores han destacado por su capacidad para ponchar a los bateadores rivales. Entre ellos se encuentran figuras legendarias como Sandy Koufax (61 ponches en Series Mundiales), quien dominó la década de los 60 con sus poderosos lanzamientos. Koufax estableció un récord de ponches en un solo juego de Serie Mundial que aún perdura.
Otro lanzador que ha dejado su huella en la Serie Mundial es Bob Gibson (92 ponches), quien ponchó a 17 bateadores en la Serie Mundial de 1968. Gibson lideró a los Cardenales de San Luis a la conquista del título y estableció un récord de efectividad que se mantuvo invicto durante más de tres décadas.
En tiempos más recientes, lanzadores como Curt Schilling (43 ponches) y Pedro Martínez (19 K) han demostrado su dominio en la Serie Mundial.
Un legado imborrable
Los lanzadores que han logrado acumular un gran número de ponches en la Serie Mundial han dejado un legado imborrable en el béisbol. Sus actuaciones han inspirado a generaciones de jóvenes jugadores y han enriquecido la historia de este deporte.
A medida que se disputan nuevas ediciones de la Serie Mundial, nuevos nombres se suman a la lista de los grandes ponchadores. Sin embargo, los nombres de Koufax, Gibson, Schilling y Martínez siempre serán recordados como algunos de los lanzadores más dominantes que han pisado un montículo de Serie Mundial