Juan Soto es oficialmente estará con los Mets de Nueva York. El equipo anunció el fichaje este miércoles por la noche, después de que el estelar jardinero pasara el reconocimiento médico, por lo que será presentado mañana en una rueda de prensa en el Citi Field.
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El nativo de República Dominicana pulverizó récords de contratos al comenzar las Reuniones Invernales el domingo por la noche, tras acordar un sorprendente contrato de 15 años y 765 millones de dólares. Él podría optar por salirse del acuerdo después de la temporada de 2029, aunque los de Queens pueden evitarlo activando un escalador que aumenta sus salarios en 4 millones anuales de 2030-39. Si lo hacen, ganaría al menos 805 millones durante la próxima década y media de Grandes Ligas.
En este sentido, recibe la friolera de 75 millones en concepto de prima de fichaje. Le seguirán sueldos sucesivos de 46.875 millones durante las dos primeras temporadas; ganará 42.5 millones en 2027 antes de que los salarios vuelvan a ser de 46.875 millones entre 2028 y 2029.
El acuerdo también contempla 46 millones anuales durante los últimos 10 años. Después de la temporada 2029, los Mets tendrán que decidir si aumentan el salario a 50 millones por campaña, si no lo hacen, él podría optar por salirse de la década restante y unos 460 millones; el quisqueyano también tiene una cláusula de no traspaso completa y escaladores basados en sus logros como Jugador Más Valioso.
Con la intermediación de Boras Corporation, para el jugador de 26 años es el mayor contrato de la historia del deporte profesional, superando no sólo el valor neto actual de 461 millones del acuerdo que Shohei Ohtani firmó con Dodgers de Los Ángeles el pasado invierno, sino incluso el precio de etiqueta de 700 millones por que firmó el japonés antes de tener en cuenta los aplazamientos récord de ese acuerdo.
El valor medio anual de 51 millones de Soto eclipsa el récord de jugadores de las Mayores, que anteriormente ostentaba Ohtani, por un margen significativo.
El zurdo es el primer verdadero jugador de 500, 600, 700 millones y 50 millones anuales, todo en un contrato épico, que recuerda el contrato de Boras con los Rangers de Texas para Álex Rodríguez, de 10 años y 252 millones hace 24 años, anunciado en las Reuniones Invernales en el mismo Hotel Anatole de Dallas en el que se anuncia éste.
Los Mets no fueron el único equipo dispuesto a llegar a cifras récord para conseguir a Soto, ya que Jon Heyman informó que la oferta final de los Yankees de Nueva York fue de 760 millones en 16 años. Por su parte, Sean McAdam, de MassLive, indicó que Medias Rojas de Boston ofreció 700 millones en 15 años.
Durante mucho tiempo se creyó que la puja por Soto sería la primera prueba de fuego de cómo el propietario de los Mets, Steve Cohen, el más rico del deporte, procedería en una guerra de ofertas por un jugador imprescindible. La venta de la familia Wilpon a Cohen se finalizó hace poco más de cuatro años, y aunque hemos visto a los Mets gastar agresivamente a lo largo del camino, todavía tienen que flexionar realmente todo su poder financiero de esta manera.
Para Soto el escenario estaba preparado para una guerra de ofertas entre Yankees y Mets, con el presunto interés de otros equipos, desde el momento en que el bateador fue cambiado por los Padres de San Diego al Bronx el pasado diciembre. Al final, el resultado por el que los aficionados metropolitanos han suspirado desde que Cohen compró el club y que los Yankees han temido desde que Soto llegó al mercado se hizo realidad: Cohen se negó a ser rechazado, presentando una oferta que incluso los pronosticadores más agresivos no habrían imaginado al comenzar la temporada baja.
La compra de los Mets por parte de Cohen creó suficiente malestar entre otros propietarios de la MLB como para que, durante la última oleada de negociaciones colectivas, se añadiera un cuarto nivel de penalización al impuesto de lujo. Los equipos que superasen el umbral impositivo en más de 60 millones de dólares tendrían que pagar un 80% de impuestos el primer año, un 90% si superaban esa cifra por segunda temporada consecutiva y un 110% si lo hacían por tercera vez.
Conocida coloquialmente como la “Tasa Cohen”, esa penalización fue en última instancia más una dificultad que un verdadero obstáculo para los Mets.
No es tan básico como decir que el contrato de Soto en sí será gravado al 110% (eso sería un golpe anual de 56.1 millones), pero naturalmente empujará a los Mets hacia el umbral del Impuesto Cohen sobre una base casi anual, suponiendo que la organización rodee a Soto con otros jugadores de alto nivel; ellos ya pagan a Francisco Lindor y Brandon Nimmo salarios anuales de 34.1 y 20.5 millones, respectivamente, hasta por lo menos 2030. RosterResouce proyecta que las obligaciones de lujo de los Mets ahora se sitúan justo al norte de los 251 millones.
Eso es "sólo" 10 millones de dólares por encima del umbral de 241 millones, pero con Soto ahora en el redil no hay razón para esperar que van a aflojar. El club todavía parece probable que haga una adición en la esquina del infield, ya sea una reunión con Pete Alonso o tal vez la adición de un tercera base que podría permitir a Vientos moverse de la esquina caliente en el futuro, además, se sabe que los Mets están en el mercado de al menos un lanzador titular más después de haber añadido previamente a Clay Holmes y Frankie Montas a su rotación junto a los titulares Kodai Senga y David Peterson; tampoco sería una sorpresa ver al club buscar ayuda de relevo para complementar un bullpen que vio una serie de piezas clave como Phil Maton, Drew Smith y Brooks Raley partir a la agencia libre.
