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El inicio de temporada para el jardinero dominicano de los Mets de Nueva York, Juan Soto, no ha estado a la altura de las expectativas generadas tras la firma de su millonario contrato por 765 millones de dólares. Su desempeño, hasta el momento, ha dejado mucho que desear en comparación con el nivel que había mostrado en años anteriores.
Varios errores defensivos en el jardín derecho, así como una evidente falta de intensidad en jugadas clave, como no correr con determinación hacia la primera base tras un rodado, han sido puntos recurrentes en las críticas hacia el pelotero.
La sensación que predomina entre quienes siguen al equipo es que Soto ha perdido esa garra que lo caracterizaba, ese espíritu combativo que lo convirtió en una de las figuras más respetadas de las Grandes Ligas.
Los números también han comenzado a jugar en su contra. Según datos de StatMuse, el dominicano atraviesa una de las peores rachas de su carrera en cuanto a embasarse se refiere. En sus últimos 15 encuentros con al menos 15 ponches, su porcentaje de embasado se ubica en .304, el más bajo que ha registrado desde su segundo año en Las Mayores. Esta tendencia ha encendido las alarmas.
Es evidente que Soto necesita realizar ajustes urgentes si quiere revertir esta situación. No se trata solo de estadísticas, sino también de una actitud que muchos consideran poco comprometida con el equipo y la afición. La presión por justificar la enorme inversión realizada por los Mets es cada vez mayor, y el tiempo para recuperar terreno se va agotando. La temporada aún ofrece oportunidades, pero dependerá del propio Soto decidir si vuelve a ser ese jugador que marcaba la diferencia en cada compromiso.
