Durante el transcurso de esta semana, Jorge Pérez-Díaz, vicepresidente senior de la MLB y máximo responsable de esta industria para América Latina, aseguró que la misma descubrió los mecanismos más recientes empleados para filtrar al sistema a jóvenes peloteros de República Dominicana con edades adulteradas.
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Añadió que con estas investigaciones se encontró decenas de casos en los últimos dos años, sin embargo, la controversia fue más allá, pues puntualizó que en Venezuela la situación es más compleja que en la isla caribeña.
En una entrevista que concedió al medio dominicano Diario Libre, el ejecutivo en cuestión sostuvo que “las instituciones en Venezuela se han debilitado debido a la crisis política y social (…) Ahora hay más fraude en Venezuela que en la República Dominicana. Nosotros tenemos cerca de 20 investigadores allá por todo lo que está pasando”.
Ante los señalamientos, Aracelis León, presidenta de la Federación Venezolana de Béisbol (FVB) de manera formal solicitó una explicación más amplia y detallada por parte de Pérez-Díaz, quien además espetó que en el país del mismo modo hay más acciones de encubrimiento sobre los presuntos elementos para falsificación de documentos.
FVB, parte de su respuesta
De acuerdo al periodista Marcos Grunfeld, la burgomaestre en una carta que se envió a la MLB, indicó la necesidad de “aclarar quiénes son los que están involucrados en dichos fraudes de identidad en las firmas internacionales (…) También queremos saber quiénes son los investigadores que están en Venezuela”.
Por otra parte, en República Dominicana el periodista Jorge Castillo recientemente aseveró que un joven de ese país estaba por estampar rúbrica con los Padres de San Diego, que le otorgarían una bonificación por 4 millones de dólares, no obstante, el jugador en realidad tenía 19 años de edad y no 14 como se mostraba en sus correspondientes documentos.
Este acuerdo sería finiquitado para 2027 cuando tuviese los 16 años legales, edad mínima exigida por la MLB para reclutar peloteros.
En Venezuela, el pasado enero se hizo público el caso de bisoño Kennew Blanco, a quien los Azulejos de Toronto firmarían por 1.7 millones de dólares, acuerdo que se cayó ante la revelación de que su progenitor, el expeleotero Óscar Blanco, tramitó su partida de nacimiento en 2006, aseverando que en ese año había nacido su vástago, cuando en realidad vino al mundo un año antes.
Trascendió que los canadienses eventualmente renegociaron el pacto.