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Los Tigres de Detroit han sorprendido a propios y extraños con un arranque de temporada tan sólido como inesperado. Con un récord de 14 victorias y 9 derrotas, el conjunto felino lidera la División Central de la Liga Americana en este inicio de campaña 2025, y buena parte de ese éxito se explica desde el montículo.
Cuatro de sus lanzadores abridores no solo han cumplido con su labor, sino que han brillado con luces propias, ostentando efectividades por debajo de 3.00 en al menos 20.0 entradas lanzadas.
El zurdo Tarik Skubal, llamado a ser el as de la rotación, ha estado a la altura de las expectativas. En 28.2 episodios trabajados, Skubal acumula una efectividad de 2.83. Su dominio ha sido constante y ha marcado el tono competitivo del cuerpo de lanzadores.
Casey Mize, por su parte, ha vuelto a mostrar el talento que lo convirtió en la primera selección general del draft de 2018. Con 24.1 entradas lanzadas y una asombrosa efectividad de 2.22, Mize ha recuperado su mejor forma, controlando la zona de strike con precisión quirúrgica y mostrando una madurez notable desde la lomita.
Jack Flaherty ha sido otra grata sorpresa. En sus primeras 21.1 entradas de este calendario, ha registrado una efectividad de 2.53, ofreciendo consistencia y profundidad a la rotación. Su experiencia ha sido clave para estabilizar al grupo y complementar el talento joven.
El último en esta lista de destacados es Jackson Jobe, una de las grandes promesas del sistema de desarrollo de Detroit. A sus 22 años, Jobe ha demostrado estar listo para el reto de las Grandes Ligas. Con una efectividad de 2.70 en 20 entradas, ha impresionado con su control, velocidad y temple en momentos clave.
Este cuarteto monticular ha sido la columna vertebral del éxito temprano de los Tigres. Si logran mantenerse saludables y con este nivel de rendimiento, no solo podrían mantenerse en la cima de su división, sino también convertirse en una amenaza real en la postemporada.
