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El oriundo de San Felipe se caracterizaba por tener una defensa pulcra y que cumplía con las expectativas de un equipo en Las Mayores. Pero últimamente ha sufrido ciertos bajones en su rendimiento con la mano enguantada. Su llegada a Padres de San Diego es un antes y un después en su trayectoria.
Ahora en el clubhouse de los Frailes se encuentra con una novena repleta de talento en el infield. Arráez es un hombre que puede cubrir la inicial y la segunda almohadilla sin inconvenientes, pero allí están ubicados Jake Cronenworth y Xander Bogaerts, respectivamente. Por ende, es complejo creer que Luis contará con una titularidad indiscutible en el cuadro.
De los ocho juegos que ha disputado "La Regadera" en San Diego, seis han sido en condición de bateador designado. Los otros dos fueron repartidos cada uno en la primera base y otro como camarero.
La cuenta en X 'Beisbol 108' realizó un trabajo analítico sobre el trabajo que ha hecho el venezolano en los últimos años. Defensivamente se nota un cambio radicalmente hacia abajo.
"Luis Arráez es el defensor con la menor cantidad de Outs Por Encima del Promedio (OAA) con -8", inicia. "Le ha costado -3 Carreras Defensivas Salvadas (DRS) entre 2B y 1B en 2024".
Para ser un defensor de infield en la Gran Carpa se requiere una buena movilidad en las piernas, desplazamiento y alcance. Es precisamente allí donde empieza a fallar Luis Arráez.
"El segunda base en promedio tiene un Factor Alcance (RF/G) de 4.16 jugadas por juego. En el caso de Arráez, es de 4.00 (RF/G)", reconoce. "Se le ha estimado un porcentaje de éxito de 75% cubriendo jugadas, según el ángulo, tipo y velocidad de batazo. Ha ejecutado un 69% (-6%)".
Otro aspecto en el que se ve perjudicado actualmente el criollo es que la velocidad en sus piernas no es la misma del año pasado. "Su velocidad en el sprint es de 22.5 pies por segundo. En 2023, fue de 24.4".
Es por estas evidentes razones que Luis Arráez será utilizado en San Diego como designado. Llegó a la escuadra dirigida por Mike Shildt para batear. Parece que el mandamás no planea mover en demasía su infield para hacer encajar al venezolano.