Más de 22.000 peloteros han jugado en las Grandes Ligas, y solo unos pocos tienen la dicha de haber conectado 3.000 imparables mientras estuvieron activos. Miguel Cabrera no solo es parte de ese selecto grupo, sino que también tiene el lujo de ser el primer venezolano en lograr dicha hazaña.
NOTAS RELACIONADAS
Ese día histórico para el maracayero estuvo lleno de muchos detalles increíbles, casi mágicos, que miles de personas recordarán con el pasar de los años. La temporada 2021 había culminado para Cabrera con 2.987 indiscutibles, a solo 13 de los 3.000, bastante cerca y lejos a la vez. Era cuestión de esperar unos cuantos meses para verlo celebrar.
La zafra 2022 para Miggy inició el 8 de abril ante las Medias Blancas de Chicago, y junto a ella un conteo regresivo para la cifra histórica. En sus primeros 12 juegos conectó 12 indiscutibles, y desde el 20 de abril cada turno al bate que tenía en el Comerica Park se cubría con un silencio ensordecedor, como si se tratara de una obra de teatro.
Luego de irse en blanco en tres turnos el día 21, la lluvia causó estragos en la ciudad de Detroit el 22, obligando a posponer el partido para el día siguiente. Así fue como el 23 de abril, bajo un sol y un clima perfecto, los Tigres iniciaron una doble cartelera contra los Rockies de Colorado.
Un swing perfecto, contra el rival perfecto, en el estadio perfecto
Por cosas de la vida, o de calendario, el carabobeño Antonio Senzatela se encargó de lanzar por parte de los Rockies, haciendo batería con el zuliano Elías Díaz. ¿Qué mejor manera de conectar el hit 3.000 de por vida en las Mayores que ante un compatriota? El maracayero no se hizo esperar y en el mismo primer turno hizo historia.
Con un corredor en la inicial y un out, Cabrera despachó su histórico imparable por los lados del jardín derecho al tercer lanzamiento de Senzatela, quien le lanzó un envío adentro a 95 mph para buscar un roletazo de doble play. Sin embargo, fue más el poder del Tigre Mayor que mandó la pelota en el único espacio entre la primera y la segunda base.
Una vez en la inicial, el primero en felicitarlo y darle un efusivo abrazo fue José Iglesias, pelotero que había compartido años atrás con él en Detroit y que ahora defendía los colores de los Rockies. Mientras que el manager AJ Hinch y el resto de sus compañeros saltaron al terreno también, en el fondo del Comerica Park se escuchaba el Alma Llanera de Pedro Elías Gutiérrez, interpretada por Simón Díaz, una petición exclusiva del mismo Miggy para ese preciso momento.
Como era de esperarse, el juego se pausó por unos minutos. Luego de que todo el equipo lo felicitara, detrás del home se encontraba su familia esperando para darle los abrazos respectivos; su mamá, Gregoria; su esposa Rosangel; y sus hijos Isabella, Rosangel y Cristopher. Miggy regresó a la inicial y en el camino se encontró también con las felicitaciones de Elías Díaz.
Una vez finalizada la entrada, el marcador mostró el mensaje “Felicidades Miggy", y el criollo salió de la caseta para saludar nuevamente a los aficionados que presenciaron el momento. “Me alegra haberlo hecho aquí. Me alegra que los aficionados de Detroit lo hayan visto. Ojalá pueda conseguir más hits aquí”, comentó a los medios de prensa tras finalizar un partido que quedó 13-0 a favor de los Tigres.
¿Qué más detallar sobre ese memorable día para el beisbol? El buen fanático de este deporte, sobre todo el venezolano, sabe que el 23 de abril también es una fecha importante, ya que fue el debut del primer criollo en las Grandes Ligas: Alejandro Carrasquel. Además, Miggy se encontraba en su partido 2.600 de por vida en 20 años de carrera profesional.
En ese entonces, los 3.000 hits convertían al maracayero en el 33er jugador en alcanzar dicha cifra en las Mayores, en el séptimo latino y en el primer venezolano. De esa manera, el dos veces MVP, ganador de una Triple Corona y de cuatro títulos de bateo lograba otro hito histórico, uno que muy seguramente lo acercará a un posible espacio en el Salón de la Fama de Cooperstown.