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"La presión fue hace mucho tiempo. He pasado por muchas cosas, pero como dije antes, me estoy preparando en estos entrenamientos de primavera. Cualquier oportunidad es buena y luego vamos desde allí". Esas fueron las palabras de Carlos Carrasco del pasado lunes, cuando surgió la posibilidad de sumarse a la rotación de los Yankees de Nueva York en el inicio de la temporada 2025 de las Grandes Ligas.
Ahora, en la noche de este viernes, el criollo ha respondido nuevamente a la confianza de la organización con otra gran presentación, algo que sin duda lo está impulsando a ganarse ese puesto dentro del primer equipo. Y es que de mantener ese nivel, el manager Aaron Boone lo tomará muy en cuenta para ser el posible reemplazo del lesionado Gerrit Cole.
Carrasco en modo odioso
Si había algo que le faltaba a Carlos Carrasco en estos entrenamientos primaverales era verse un poco más letal sobre el montículo, específicamente con sus ponches. Justamente ese fue el aspecto que resaltó en su más reciente salida en el George M. Steinbrenner Field, cuando se midió a los Phillies de Filadelfia.
El inicio del compromiso fue trepidante para Cookie, quien de hecho estuvo cerca de sucumbir ante el poder de sus rivales en la misma primera entrada. Y es que luego de regalar una base por bolas a Kyle Schwarber y ponchar a Johan Rojas, un doble de Max Kepler aumentó la tensión. Sin embargo, una espectacular doble matanza en el home sirvió para preservar el cero.
Para el segundo capítulo Filadelfia pegó para descontar las acciones. Aunque todo comenzó con un ponche a Kody Clemens, los siguientes turnos no fueron positivos. Garrett Stubbs fue golpeado por un lanzamiento, Christian Arroyo pegó un sencillo, mientras que Cal Stevenson remolcó a su compañero con elevado de sacrificio. Luego de eso, Rodolfo Castro también terminó liquidado con el tercer strike.
La versión más dominante de Carlos Carrasco se vio en el tercer inning, esto luego de resolverlo por la vía rápida al sumar par de abanicados y dominar a otro con un rodado. Si bien salió para el cuarto, otro pelotazo y otro ponche fueron suficientes para que el manager lo reemplazara con Luke Weaver.
Al final actuó a lo largo de 3.1 innings en los que toleró par de indiscutibles y una carrera, además que regaló un boleto, golpeó a dos contrarios y ponchó a otros seis. Para esta presentación hizo un total de 61 lanzamientos, de los cuales 39 estuvieron en zona buena.
Hasta los momentos, el oriundo de Barquisimeto tiene una victoria luego de cuatro encuentros (tres como abridor) de pretemporada, con 2.45 de efectividad, 1.09 de WHIP, seis imparables, dos carreras, seis bases por bolas y 12 abanicados luego de 11 entradas de labor.