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Cuando Sandy León recibió la invitación de los Bravos de Atlanta al Spring Training no dudó en asumirla con responsabilidad y compromiso. A sus 36 años sigue demostrando que puede ser valioso tanto a nivel ofensivo como defensivo, sin mencionar que su veteranía siempre es un punto positivo para las organizaciones.
El venezolano llegó a los entrenamientos primaverales con el objetivo de conseguir un puesto en el roster del equipo de cara al Opening Day. Si bien sus estadísticas con el madero lo están ayudando hasta ahora, un percance de última hora podría terminar de abrirle esa puerta para disputar la temporada 2025 de las Grandes Ligas.
Y es que según informó el elenco de Atlanta, el receptor titular Sean Murphy sufrió una costilla agrietada, algo que lo mantendrá fuera de acción al menos hasta mediados de abril. Es así como la organización comienza un debate entre buscar con urgencia a un suplente en el mercado, o si darle esa oportunidad de oro a Sandy León.
Panorama difícil para Sandy León
Ante la ausencia del norteamericano, los Bravos de Atlanta tienen varias opciones internas, aunque por ahora ninguna parece convencerlos. En primera instancia, Chadwick Tromp tiene todas las credenciales de ser el receptor titular del equipo al menos en el inicio de la campaña. Sin embargo, su bajo rendimiento en el Spring Training ha hecho dudar a todo el staff técnico.
Y es que el oriundo de Aruba apenas batea para .176 de promedio, sin mencionar que en cinco años en las Mayores solo cuenta con 151 turnos al bate. Al no ser una solución confiable, el otro nombre que surge es el de Drake Baldwin, un prospecto bien considerado que podría debutar este año con el primer equipo.
Es en este punto cuando también entra Sandy León. Su llegada a la organización pasó desapercibida, pero luego de sus actuaciones en la pretemporada ha cambiado el panorama por completo. A pesar de que no ve acción en las Grandes Ligas desde 2022, se trata de un jugador de vasta experiencia en el mejor beisbol del mundo, algo que sin duda pudiera servir como impulso.
En lo que va de entrenamientos primaverales, el zuliano cuenta con .357 de promedio producto de cinco imparables en 14 visitas al plato, con tres jonrones, cinco carreras impulsadas, tres anotadas, y 1.400 de OPS. De mantener ese nivel, no sería descabellado que el manager Brian Snitker lo añada al roster para el Opening Day.
