En medio de una temporada en la que jugadores como Shohei Ohtani, Ronald Acuña Jr. o Mookie Betts se roban las miradas, hay otro grupo de jugadores que, por su parte, consiguen números increíbles, que no necesariamente significan un récord o un dato positivo, como es el caso de Kyle Schwarber de los Phillies.
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Los números recientes de Schwarber dejan claro que se trata de un jugador de poder puro y duro, de esos que no buscan contacto sino solo sacar la bola del parque o llevarla lo más lejos posible cada vez que le toque pararse a recibir picheos en el plato, sin importar sea cual sea el rival. Es por eso que suma tantos jonrones, pero a la vez le cuesta mucho poner la bola en juego con batazos sencillos.
El jardinero de los Phillies suma 36 jonrones en lo que va de campaña e increíblemente esa misma cantidad de sencillos durante 2023; Un dato revelador que explica lo incompleto que es como jugador, aunque con lo que hace le sirva para hacer uno de los jugadores más productivos de su equipo a la ofensiva.
Schwarber también es el máximo impulsor de Philadelphia, no hay otro jugador que tenga más carreras impulsadas que el jardinero, algo realmente notable tomando en cuenta que batea para un paupérrimo e impactante .187. El toletero de los actuales subcampeones de la Serie Mundial demuestra que en el beisbol se puede aportar de distintas maneras y que, a pesar de fallar en algunas facetas, eso no impide brillar en otras y compensar la balanza.