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El Papá León XIV, antes de convertirse en el líder de la Iglesia católica, tuvo varios encuentros con el deporte, entre esos, el béisbol. Uno de esos momentos quedó capturado, cuando apareció en la transmisión televisiva del primer juego de la Serie Mundial 2005, entre los White Sox de Chicago y los Astros de Houston.
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Para esa fecha, el actual Santo Padre, no era cardenal, y su presencia pasó desapercibida. Sin embargo, fue captado entre cámaras vistiendo la camiseta de lo que sería su equipo favorito, los Medias Blancas.
Hoy en día, ese momento se ha viralizado tras su santidad, quedando marcado como un momento histórico para las Grandes Ligas.