Luis Arráez ha dejado muy claro desde su llegada a las Grandes Ligas en el 2019 que nació para batear.
Históricamente, solo 15 bateadores han logrado la hazaña de batear por encima de .400, siendo el último el legendario miembro del Salón de la Fama, Ted Williams, quien bateó para .406 en 1941 con los Medias Rojas de Boston.
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Estamos hablando de una hazaña que nadie repite desde hace 82 años, y que Luis Arráez pudiera repetir teniendo en cuenta sus números hasta la fecha.
El segunda base de los Marlins de Miami batea para un astronómico promedio de .378 y según proyecciones de la MLB, podría llegar a convertirse además en el primer latino en llegar a los .400 de average.
Más allá de los números y las proyecciones que se han realizado en torno a 'La Regadera', pareciera que ni el propio jugador ni los Marlins sienten esa presión por lograr esta hazaña, y se enfocan más en mantener el sorprendente ritmo ganador que los ubica hoy día en el segundo lugar de la División Este de la Liga Nacional, por encima de los reforzados Mets y Filis.
Lejos de bailar alrededor de .400, por ejemplo, los compañeros de equipo de los Marlins de Arráez sonreirán y lo llamarán "Tony Gwynn", el jardinero de los Padres de San Diego que bateaba .394 cuando los jugadores se declararon en huelga en agosto de 1994.
“Sé que es difícil batear .300. Mucha gente batea .200. Es difícil”, dijo Arráez, enfatizando que la clave para su segunda mitad será mantenerse lo suficientemente saludable para intentarlo. “… Pero si Dios me da la oportunidad, a ver si puedo hacerlo.”