Harold Capote Fernández
Cuando se presencia una partida de los Yankees en la Casa que Derek Jeter Construyó, es muy probable que coincida con algún tipo de figura pública (no solo los peloteros), que incluyen a celebridades del mundo del cine, como Billy Crystal por ejemplo.
Por otra parte, comenzar si se está enfundado con el tradicional uniforme a rayas, iniciar una temporada de Grandes Ligas contra los Medias Rojas de Boston es un reto suficiente, pero el as de los Mulos, Gerrit Cole, tuvo otro obstáculo frente a él cuando salió al campo: precisamente el laureado actor arriba mencionado.
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En el partido del viernes contra los Patirrojos se produjo un pequeño y desconcertante drama al abrir el juego, cuando Cole se mostró visiblemente disgustado por el retraso causado por el primer lanzamiento ceremonial del legendario actor/comediante y furibundo fanático de los Yankees.
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Una serie de festividades previas al encuentro, que culminaron con el primer lanzamiento de Crystal, provocaron que el duelo comenzara cuatro minutos más tarde de lo programado para la 1:12 p.m. Ahí se pudo ver a Cole gritando desde los escalones del dugout mientras esperaba para salir al campo.
Ese conflicto presagiaba un comienzo difícil para el serpentinero Yankee número 1, que permitió que los primeros cuatro bateadores llegaran a la base en una primera entrada de 3 carreras para los Medias Rojas. Cole logró recuperarse, terminando con 3 carreras ganadas en 4 entradas con 3 ponches y 1 boleto.
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Los Bombarderos del Bronx eventualmente se impusieron en entradas adicionales con marcador final de 6x5, gracias a un sencillo de Josh Donaldson en su debut como Yankee.
Luego de la partida, Cole habló sobre su lento inicio en ese Día de Apertura:
"Es difícil asentarse. Obviamente, los primeros cuatro lanzamientos no fueron realmente competitivos, y luego, honestamente, se quemó en un par de buenas ubicaciones de bolas rápidas en la primera. Ellos hicieron algunos buenos swings. Afortunadamente, fuimos capaces de asentarnos después de eso y darnos la oportunidad de ganar".
Cuando se le preguntó por el retraso de la ceremonia previa al partido, tuvo palabras interesantes al respecto:
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"Fue un reto imprevisto. Los festejos se salieron un poco del programa", señaló.
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Los lanzadores abridores, algunos de ellos, son conocidos por adherirse a estrictas rutinas antes del juego, como vemos, Cole encaja cómodamente en ese grupo.
El serpentinero derecho, de 31 años, está en la tercera temporada de su contrato de 9 años y 324 millones de dólares; durante sus dos primeras temporadas en el Bronx promedia con 3.11 carreras limpias permitidas, así como 11.9 ponches por cada 9 entradas. Ha terminado entre los cinco primeros en la votación del Premio Cy Young ambos años.
Con información de Sports Yahoo