Durante la mayor parte de su primer día como Dodger, una sonrisa se plantó en la cara de Freddie Freeman.
A poco de haber firmado su contrato de seis años y 162 millones de dólares con Los Ángeles, el inicialista llegó al complejo de entrenamiento de primavera del equipo este viernes temprano en la mañana, vistiendo un elegante traje negro y un guante al entrar en las instalaciones.
Por la tarde se vistió por primera vez el azul de los Dodgers, salió al campo con la ropa deportiva del equipo para hacer un entrenamiento, ante un coro de vítores de cientos de aficionados.
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Luego, durante una conferencia de prensa introductoria con vistas al estadio en Camelback Ranch, se puso su nuevo uniforme, mostrando el número 5 recién cosido en la espalda.
"Sólo quería llegar aquí y ponerme en marcha", dijo Freeman. "Todo el mundo me recibió con los brazos abiertos".
El único momento en que su expresión cambió el viernes fue cuando surgió el tema de su antiguo equipo. El ex Jugador Más Valios, después de todo, alguna vez esperó pasar toda su carrera con los Bravos de Atlanta. Y a pocos días de su despedida oficial del club, seguía luchando por darle sentido a la separación.
"Pensé que iba a pasar toda mi carrera allí", dijo. "Pero al final a veces los planes cambian, y los planes cambiaron".
Las dudas de Freeman sobre su regreso a los Tomahawks se fueron asentando poco a poco durante el año pasado.
Dijo que los Bravos hicieron una oferta formal para una extensión de contrato la temporada pasada en la fecha límite de intercambio, luego nunca respondieron a una contrapropuesta de sus representantes.
Dijo que mientras los esquivadores lo cortejaron fuertemente desde el comienzo de la temporada baja, los funcionarios de Atlanta sólo lo llamaron dos veces, una antes del cierre patronal y otra después, simplemente para comprobarlo.
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Añadió que cuando los aborígenes adquirieron al primera base de los Atléticos de Oakland, Matt Olson, el lunes, no tenía idea de que la noticia iba a llegar.
"Para ser honesto, me sorprendió", dijo Freeman, quien hasta ese momento todavía creía que era posible un regreso a Atlanta. "Creo que todas las emociones aparecieron. Me sentí herido. Es realmente difícil de poner en palabras todavía".
También se le preguntó si vio al gerente general de los Bravos, Alex Anthopoulos, llorar mientras presentaba a Olson esta semana.
"Los vi", dijo Freeman. "Sí, eso es todo lo que diré".
Su contrato con los Dodgers se concretó poco después, acordando el pacto -que incluye aproximadamente 57 millones de dólares de dinero diferido que se pagará entre 2028 y 2040, según una persona con conocimiento de la situación no autorizada a discutirlo públicamente- el miércoles, pasando un examen físico en Los Ángeles el jueves, y luego volando a Arizona para unirse al equipo el viernes.
"La última semana ha sido un pequeño torbellino", dijo Freeman. "Pero no querría estar en ningún otro sitio ahora mismo".
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Del mismo modo, indicó que la posibilidad de volver al sur de California (es nativo del condado de Orange, su padre y su abuelo aún viven en la zona) jugó un factor importante en su decisión. También le atrajo la propuesta de los Dodgers, que incluyó llamadas de Zoom con el presidente de operaciones de beisbol Andrew Friedman y el mánager Dave Roberts.
"Creo que todos sabían la situación en la que me encontraba y fueron muy francos, se preocuparon por mi procedencia y por el tiempo que iba a estar allí", dijo. "Se preocuparon por la familia. Yo expresé la familia y la victoria. Eso es todo lo que me importa y eso es lo que les importa a ellos también".
En este sentido, el tercera base Justin Turner también ayudó en la contratación.
"Su nombre apareció en mi teléfono bastante a lo largo de todo este proceso", dijo Freeman, riendo.
Por su parte, Andrew Friedman, presidente de Operaciones de Beisbol del conjunto azul, confesó que "a lo largo de los años, cada vez que Justin Turner llegaba a la primera base, tenía unas pequeñas palabras con Freeman sobre lo bien que se vería con el azul de los Dodgers"
Para Friedman, ir a por Freeman era una obviedad.
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El cinco veces All-Star se ha establecido como uno de los mejores bateadores del beisbol en la última década. A la alineación de Los Ángeles les da otro bateador zurdo para sustituir a Corey Seager.
La organización acababa de ver de primera mano lo difícil que es jugar contra Freeman, luego de perder el año pasado ante los Bravos, la Serie de Campeonato de la Liga Nacional que requirió seis partidos.
"Creo que lo que hace en el campo es obvio para todos", dijo Friedman. "Hemos competido contra ellos tres de los últimos cuatro años en los playoffs y la tensión, [incluso en] las entradas antes de que él salga, la alineación como que orbita a su alrededor".
Ahora, son los Dodgers los que se beneficiarán, ya que su nómina se ha reforzado de nuevo con la llegada de otra de las mayores estrellas del beisbol.
"Si iba a dejar el lugar donde estuve durante 15 años", dijo Freeman, "volver a casa y estar con esta organización es probablemente lo mejor".