Harold Capote Fernández
El nombre de Francisco Cervelli, basados en sus números en las Grandes Ligas , quizás tenga menos peso para algunos cuando se le compara con receptores como Salvador Pérez, Baudilio Díaz o Ramón Hernández, sin embargo, él ocupa un especial lugar en la expedión venezolana en la gran carpa.
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Este valiente catcher nació un día como hoy de 1986 en la capital carabobeña, Valencia. A lo largo de su trayectoria destacó por el pundonor y la inteligencia para ser un exitoso pelotero.
A las Grandes Ligas arribó el 18 de septiembre de 2008, nada más y nada menos que con los Yanquis de Nueva York, siendo apenas el quinto nativo que se estrena en el máximo nivel con el legendario uniforme a rayas, y cinco (sin suerte) serían precisamente los turnos que consumiría tras esa irrupción.
No obstante, su primer inatrapable llegaría el 8 de mayo de 2009, en duelo ante los Orioles en Baltimore y contra las serpentinas del derechi Jeremy Guthrie. Aunque con los Mulos no recibió la oportunidad de ser jugador titular, su aporte fue útil en la consecución del título de Serie Mundial de ese año.
Durante su pasantía en el Bronx, Cervelli se consolidó como uno de los mejores máscaras defensivos, entre suplentes y titulares, del mejor beisbol del mundo, destacando además por su picardía caribeña.
La oportunidad de jugar con mucha más frecuencia llegaría para él con su abordaje en la nave de los Piratas de Pittsburgh.
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Ese período, 2015-2019, fue ambivalente para el venezolano, porque aunque fue de logros personales, las lesiones y molestias físicas derivadas te constantes pelotazos en el ejercicio de su posición, se tradujeron en tiempo alejado de los diamantes.
Así transcurrió el resto de su carrera, sobreponiéndose a muy peligrosos batazos que hubisen paralizado in so facto la carrera de más de uno, pero no con él, ese muchacho saco fuerzas una y otra vez para eventualmente volver a ubicarse detrás del plato.
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Pero como dice la canción, nada es para siempre, y lamentablemente, ese imán que tenía para atraer esféricas que golpearan su humanidad nunca le dejó, siendo en un punto lo mejor para su estado de salud, concluir con su periplo como jugador activo.
Si mencionamos a un catcher con cojones, corajudo y determinado, el nombre de Francisco Cervelli es uno de los más sobresalientes en el mundo de los bates, guantes y pelotas.