Raúl Valdés es uno de aquellos infatigables del beisbol, los pocos que aun quedan en el Caribe. Con 45 años, es el puntal de la representación de los Tigres del Licey en la Liga Dominicana para el clásico caribeño. En una nueva edición, el cubano tomará la bola para abrir el primer juego a disputarse en el estadio Monumental de Caracas.
Fiel a su rutina, conversó con los medios y apuntó que se siente como un joven de 20 años. Sobre todo recalcó que lo que busca, es trabajar a los bateadores que enfrente y darle el triunfo al Licey. "Contento por ser uno de los pitchers abridores del primer juego de la Serie. Trato de hacer lo mejor posible, que es darle el triunfo a la República Dominicana", apuntó.
Además agregó que todavía quiere lanzar por varios años más antes de su retiro, todo gracias a su preparación antes de cada juego. "La preparación es lo principal, uno se prepara bien y eso me ha ayudado para seguir lanzando. Es un todo, mental, natación, gomas, Eso es lo que todavía me ha mantenido lanzando. Me siento como de 20 y puedo lanzar unos años más. Duraré unos años más, hasta los 50 posiblemente", remarcó.
También señaló que el equipo liceista no se ha detenido en su trabajo para el debut en la competencia. Para su enfrentamiento ante la toletería mexicana, buscará detectar las debilidades de cada bateador azteca. "Nos mantuvimos practicando, solo descansamos el domingo pasado. No conozco mucho de ellos (Cañeros de Los Mochis), pero mientras va avanzando el juego, tratar de ver como lanzarle a cada uno de ellos", aseguró en sus palabras.
Regreso a Venezuela
Valdés es uno de los lanzadores en activo que lanzó en la última final entre los Eternos Rivales, Leones del Caracas ante los Navegantes del Magallanes. En esa final de la zafra 2009-2010, el cubano dejó par de joyas en la lomita para los turcos, que no pudieron coronarse ante su acérrimo enemigo, Aun asi, dejó un grato recuerdo en su memoria."Es una de las finales más buenas que he jugado en mi carrera. Eso lo vivi muy bien. Gracias a Dios me fue bien en esa final y dejamos el pellejo en el terreno", recordó.
Ahora en un remozado estadio como el Monumental de Caracas, Valdés asegura que es muy emocionante ser el lanzador encargado de estrenarlo. "Es un estadio de Grandes Ligas, lanzar para mi en Venezuela es un orgullo". Finalmente, destacó el orgullo que representa para el representar al campeón dominicano en cualquier competencia. "Para mi significa mucho, representar a Dominicana que me recibió cuando me fui de Cuba. Para mi siempre es un orgullo representarlos", sentenció.
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