El Ball Arena vivió una noche para la historia el martes 01 de abril, donde los Minnesota Timberwolves se alzaron con una agónica victoria 140-139 sobre los Denver Nuggets en un partido de doble prórroga que tuvo por héroe a Nickeil Alexander-Walker, anotando dos de tres tiros libres en los últimos segundos, tras recibir una falta en un intento de triple.
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Sin embargo, el verdadero protagonismo fue para Nikola Jokic, pesar de la derrota, la actuación del serbio, fue simplemente legendaria. El centro de Denver firmó un triple-doble de 61 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias, un hito que superó la élite de la NBA.
Jokic se unió a Luka Doncic y James Harden como los únicos jugadores en la historia de la NBA en lograr un triple-doble de 60 puntos. Además se convirtió en el primer jugador en la historia de la NBA en firmar un triple-doble con al menos 60 puntos, 10 rebotes, 10 asistencias y más de 5 triples.
Un despliegue ofensivo empañado
Este recital de puntos no fue suficiente para conseguir la victoria, es por eso que Nikola se convirtió en el primer jugador en la historia que pierde un partido, luego de realizar un triple doble de 60 puntos.
Pero regalo un espectáculo sin igual desde el año 2000, tras su registro Jokic es el único junto a Stephen Curry, en alcanzar al menos un 50+10+8+5 triples en un partido. Incluso, no se había presenciado una jornada en la NBA con 60 o más puntos en 50 o más minutos desde que lo hiciera, Michael Jordan.
Más hazañas
Logró ser el pívot con más triples-dobles de la historia en una misma temporada (31), superando al legendario Wilt Chamberlain (30). E igualó a otra leyenda, Shaquille O'Neal, como el pívot con más partidos de 50 puntos o más.
Sin duda alguna, fue una noche de ensueño para Nikola, donde demostró su grandeza individual a pesar de que la determinación de los Timberwolves fue mayor.