El miércoles 25 de junio se llevó a cabo el Draft de la NBA. Anunciándose como el primer nombre por parte del comisionado Adam Silver a Cooper Flagg, un jugador que maravilló en el baloncesto universitario y ahora está llamado a ser una de las caras de la liga, portando el uniforme de Dallas Mavericks, cuadro que lo seleccionó con el pick 1.
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Por habría que preguntarse la razón por la que este jugador de 18 años de edad genera tantas expectativas entre los aficionados al baloncesto y también entre los directivos que querían tenerlo en sus filas, previo a que la suerte se decantara por Dallas.
Apenas un año en la prestigiosa Universidad de Duke le bastó para dejar en claro que la consideración que se tenía sobre él en el high school no eran cosa de exageraciones, sino que se basaban en sus grandes capacidades sobre el tabloncillo.
Cooper Flagg resaltó en la NCAA
Fueron 37 partidos los que jugó en la NCAA con Duke, todos ellos como titular. Allí promedió 30.7 minutos, con un 48% de acierto en tiros de campo y un 38.5% de efectividad en triples. Gracias a estos porcentajes pudo terminar la campaña con 19.2 puntos de media. Una cifra que le hizo comandar a su equipo a un récord de 19-1 en la Conferencia y un 35-4 en general. Además, acompañó esos números con 7.5 rebotes, 4.5 asistencias, 1.4 bloqueos e igual número de recuperaciones.
Aunque la estadía de este jugador de 2.06 metros de estatura se vio cortada en el Final Four tras caer ante Houston con un cerrado marcador de 70-67, fue galardonado de manera múltiple. Se llevó el Jugador Colegial del Año, tanto de la NCAA como de su conferencia (ACC). También estuvo en el Equipo Ideal y se hizo con el Novato del Año.