Tras la lesión de Victor Wembanyama en esta temporada 2024-25 de la NBA, el premio del Defensor del Año tuvo varios candidatos que contaron con más oportunidades por la ausencia del pívot de San Antonio Spurs. Aunque finalmente el ganador fue Evan Mobley, Draymond Green mostró ser uno de los nombres que pudo haber obtenido este reconocimiento en esta etapa más madura de su carrera.
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Dentro de Golden State Warriors, Green se ha convertido en el corazón del equipo y su intensidad se ve en cada jugada de los partidos para tratar de conseguir las victorias. Pese a sus múltiples inconvenientes dentro del tabloncillo, el ala pívot es uno de los mejores defensores de toda la liga estadounidense y esto lo logró al ser un problema para la ofensiva de Houston Rockets en la primera ronda de los Playoffs.
No pudieron con Green
Las principales figuras de Rockets tuvieron problemas para conseguir puntos cuando fueron defendidos por Green en este cruce de postemporada. El cuatro veces campeón de la NBA mantuvo a Alperen Sengun a solo un 39% en tiros de campo, mientras que dejó a Amen Thompson a un 31.3% en sus lanzamientos de campo.
Sin embargo, Green se vio sólido contra los perimetrales de Houston, dejando a Fred VanVleet y a Jalen Green a solo un 25% en tiros de campo, respectivamente. Esto demuestra, sin duda alguna, la intensidad y el compromiso defensivo que mantiene el jugador con Warriors para poder aportar desde el costado defensivo y que le sirvió para asegurar su boleto a las Semifinales de la Conferencia Oeste de esta temporada de la NBA.
