Kyrie Irving sacó a relucir su experiencia en las Finales de Conferencia de la NBA y se convirtió en bujía en la victoria de los Dallas Mavericks (108-105) sobre Minnesota Timberwolves, en la primero de la finales del Oeste.
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El piloto brilló junto a Luka Doncic con 30 unidades, cinco rebotes y cuatro asistencias para arrebatarle el primer lauro a los de Minneapolis en el Target Center. Además de su gran cuota ofensiva en territorio ajeno, el base también destacó en su juego defensivo ante el equipo que tuvo la segunda mejor defensa durante la ronda regular del Oeste.
Aunque no es su principal fortaleza cuando está en cancha, el armador contribuyó como un defensor élite para que los tejanos ganaran 49-43 en la segunda mitad del compromiso. La tropa de Anthony Edwards y Karl-Anthony Towns lo sufrió bastante cuando el base se encontraba viendo acción.
De acuerdo con StatMamba, Irving fue la peor pesadilla para los Timberwolves en el desafío, quienes apenas dispararon para un 27.3% (3-11) cuando el armador de Dallas los defendía. La actuación cobra mayor importancia, tomando en cuenta que su equipo ganó por solo tres unidades de diferencia.
Después de una serie titubeante ante Oklahoma City Thunder, el ocho veces All-Star recuperó su nivel en el primero de las Finales de Conferencia y dejó clara sus intenciones de regresar a unas Finales de la liga, tal vez como lo hizo en su momento con Cleveland Cavaliers.
Más allá de algunas imprecisiones en sus lanzamientos, la figura de los Mavs está coronando una excepcional presentación en la vigente Postemporada con 21.8 puntos por noche, 5.3 asistencias, 4.1 tableros, 48.6% en disparos de campo y un decente 42.3% en triples.