El mundo de la NBA es conocido por su ritmo vertiginoso y la presión constante por obtener resultados. En los últimos diez años, esta presión ha llevado a una tendencia preocupante: incluso aquellos entrenadores que logran alcanzar el mayor honor en el baloncesto profesional, ganar un campeonato, no están exentos de perder sus trabajos poco tiempo después.
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Sin embargo, hay dos excepciones notables a esta regla: Joe Mazzulla, actual entrenador de los Boston Celtics, y Steve Kerr, líder de la dinastía de los Golden State Warriors. Ambos son los únicos entrenadores en jefe que han evitado el despido tras ganar un campeonato en la última década, destacándose como figuras de estabilidad en un entorno que rara vez la ofrece.
Steve Kerr: El Pilar de una Dinastía Moderna
Desde que asumió el cargo de entrenador de los Golden State Warriors en 2014, Steve Kerr ha redefinido lo que significa ser un líder exitoso en la NBA. Bajo su dirección, los Warriors han ganado cuatro campeonatos (2015, 2017, 2018 y 2022), estableciéndose como una de las franquicias más exitosas de la historia moderna.
El estilo de Kerr, basado en el movimiento constante del balón, el espacio en la cancha y el énfasis en los tiros de tres puntos, ha revolucionado el juego de baloncesto. Su capacidad para gestionar grandes personalidades como Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Kevin Durant ha sido clave para mantener al equipo competitivo durante casi una década.
A pesar de los altibajos que los Warriors han enfrentado en temporadas recientes, Kerr ha mantenido su posición como uno de los entrenadores más respetados de la liga. Su longevidad en el puesto es un testimonio de su habilidad para adaptarse a los cambios y mantener la confianza de la gerencia de los Warriors.
Joe Mazzulla: Un Líder Emergente en Boston
En contraste con la experiencia de Kerr, Joe Mazzulla es un nombre relativamente nuevo en la lista de entrenadores exitosos de la NBA. Asumió el puesto como entrenador en jefe de los Boston Celtics en 2022, después de la repentina salida de Ime Udoka.
A pesar de las circunstancias, Mazzulla llevó a los Celtics a convertirse en campeones de la NBA en su primera temporada como entrenador principal, un logro que consolidó su reputación como una de las mentes jóvenes más brillantes de la liga. Mazzulla ha demostrado ser un estratega innovador y un comunicador eficaz, ganándose el respeto de sus jugadores y del cuerpo técnico.
Su enfoque en el desarrollo del talento joven, combinado con su capacidad para maximizar el potencial de estrellas como Jayson Tatum y Jaylen Brown, ha convertido a los Celtics en un equipo formidable. Hasta ahora, Mazzulla ha evitado el destino de muchos de sus colegas, manteniendo su puesto como entrenador en jefe tras su éxito inicial. Su futuro parece prometedor, ya que los Celtics continúan siendo una potencia en la Conferencia Este.
La "Maldición del Despido" Tras Ganar un Campeonato
En la última década, la NBA ha sido testigo de una tendencia sorprendente: ganar un campeonato ya no garantiza estabilidad para los entrenadores en jefe. Desde 2013, varios entrenadores que llevaron a sus equipos al título han sido despedidos en años posteriores, a menudo debido a expectativas desmesuradas o cambios en la dinámica de la franquicia. Entre los entrenadores que no lograron evitar esta "maldición" se encuentran:
- Frank Vogel (Los Ángeles Lakers, 2020): Despedido menos de dos años después de liderar a los Lakers al título en la "burbuja" de Orlando.
- Nick Nurse (Toronto Raptors, 2019): A pesar de llevar a los Raptors a su primer campeonato, fue despedido en 2023 tras una caída en el rendimiento del equipo.
- Mike Budenholzer (Milwaukee Bucks, 2021): Sorprendentemente despedido en 2023 después de una decepcionante eliminación temprana en los playoffs.
- Tyronn Lue (Cleveland Cavaliers, 2016): Despedido en 2018 luego de que LeBron James dejara el equipo.
- Michael Malone (Denver Nuggets, 2023): Despedido este 2025 tras el balance en la temporada regular de los Nuggets
Estos casos subrayan la volatilidad del puesto de entrenador en jefe en la NBA, donde incluso el éxito más alto no garantiza seguridad laboral a largo plazo. Sin embargo, Kerr y Mazulla se han mantenido hasta ahora en sus puestos de entrenador en jefe, en el que siguen buscando el éxito.