El mes de abril ha sido una montaña rusa de emociones para el astro serbio Nikola Jokić, quien continuó demostrando por qué es considerado uno de los jugadores más dominantes de la NBA. Sin embargo, a pesar de sus asombrosas actuaciones individuales, el rendimiento colectivo del equipo dejó mucho que desear, culminando en un desgarrador récord de 0 victorias durante el mes y el posterior despido del entrenador.
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Los números de Jokić en abril son simplemente impresionantes:
- 45.0 puntos por partido (PPG)
- 12.3 rebotes por partido (RPG)
- 10.7 asistencias por partido (APG)
- 2.0 robos por partido (SPG)
- 62% en tiros de campo y 45% en triples
A pesar de estas estadísticas de nivel MVP, el equipo no logró conseguir una sola victoria, lo que llevó a la organización a tomar la drástica decisión de despedir al entrenador principal, Michael Malone.
Un Rendimiento Individual Descomunal
Nikola Jokić, conocido por su capacidad para influir en todos los aspectos del juego, llevó su nivel a nuevas alturas en abril. Promediar 45 puntos por partido es una hazaña que pocos jugadores en la historia de la NBA han logrado, y más aún cuando se combina con casi 13 rebotes y 11 asistencias por partido, lo que demuestra su habilidad como anotador y facilitador.
Además, su eficiencia en el tiro ha sido notable. Con un 62% en tiros de campo y un sorprendente 45% en triples, Jokić ha demostrado ser una amenaza en todas las áreas de la cancha. Su capacidad para anotar desde el perímetro, llevar el balón y dominar en la pintura lo convierte en un jugador único, capaz de cargar con el peso de un equipo completo.
Sin embargo, el impresionante desempeño individual de Jokić no fue suficiente para traducirse en victorias, lo que ha generado cuestionamientos sobre el estado general del equipo y la dinámica en el vestuario.
El Duro Golpe de 0 Victorias en Abril
A pesar de los esfuerzos de Jokić, el equipo no logró sumar una sola victoria en abril. Este récord de 0-xx (número de partidos jugados) en el mes representa un punto bajo en una temporada que parecía prometedora al inicio.
El rendimiento colectivo estuvo marcado por errores defensivos, falta de consistencia en el tiro por parte de otros jugadores clave y una evidente desconexión en la ejecución del plan de juego. Este cúmulo de problemas terminó por opacar las brillantes actuaciones de Jokić, quien, por su parte, dejó todo en la cancha en cada partido.