Aunque su temporada a nivel deportivo fue un éxito, Celtics de Boston rozó el fracaso a nivel administrativo y financiero en la temporada 2023-2024.
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De acuerdo con un reporte presentado por los periodistas Josh Kosman y Brian Lewis del medio New York Post, el conjunto de Massachusetts casi queda en bancarrota de camino al décimo octavo título de su historia. Pero la gerencia pudo sortear esta catástrofe.
Una temporada histórica que pudo ser lamentable
Pese a lograr el campeonato, los ingresos por mérito deportivo no llenó los bolsillos de la franquicia como algunos pensarían. Si bien mantuvieron la misma base de jugadores, tenían uno de los planteles más caros de la NBA.
Entre Jayson Tatum, Jaylen Brown, Kristaps Porzingis, Jrue Holiday and Derrick White, ocuparon la mayoría del porcentaje salarial de la nómina, pues todos ellos perciben al menos 20 millones de dólares al año. Aunque Brown fue la pieza de más valor con 50M USD$ anuales.
Sin embargo, mantener a estos jugadores en su plantilla, requiere de un salario aún mayor para las venideras campañas: para la zafra 2025-2026 se espera que el dúo Tatum-Brown tengan sueldos mayores a los 50M USD$, mientras que estas tres fichas restantes ganarían un mínimo de 28M USD$.
Únicamente en multas por impuestos de lujo, se espera que el equipo deba pagar a la liga aproximadamente 80 millones de dólares por exceder el límite salarial por divisa.
Pero este contraste lo acompaña incluso otro dato: gracias a su éxito deportivo generaron 27M USD$ solo en el fondo económico por venta de boletos (Player Playoff Pool).
El principal problema para la actualidad de la franquicia y que casi supuso la quiebra para ellos entre 2023 y 2024, es que el conjunto de Boston está a la venta, por lo que su estatus financiero hoy día será un factor a tomar en cuenta para cualquier posible accionista mayoritario.