Golden State Warriors, siempre activos en el mercado de fichajes, han sorprendido a propios y extraños al descartar la posibilidad de incorporar a sus filas a dos de las estrellas más cotizadas de la NBA: Brandon Ingram y Zach LaVine. El conjunto de La Bahía, al parecer, planea desarrollar a sus jugadores jóvenes para competir en las próximas campañas.
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Warriors parece estar apostando por un rejuvenecimiento de su plantilla. Tanto Ingram como LaVine, aunque son jugadores de gran talento, tienen contratos a largo plazo que podrían complicar la flexibilidad salarial del equipo en el futuro. Sin embargo, la llegada de uno de estos jugadores podría ayudar al equipo a ser contendiente en la Conferencia Oeste.
¿Deben ir por otra estrella?
Con la salida de Klay Thompson y los comentarios de Stephen Curry sobre querer la oportunidad de volver a ganar, la gerencia de Golden State podría tener que tomar una decisión importante para tratar de mantener contenta a su máxima estrella. En caso de no hacer algún cambio, el base podría considerar tomar los pasos de su ex compañero y abandonar Warriors.
A pesar del desinterés de los Warriors, tanto Ingram como LaVine siguen siendo jugadores muy atractivos para otros equipos de la NBA y esto podría desencadenar que algún otro conjunto dentro de la liga estadounidense termine acercándose a New Orleans Pelicans o Chicago Bulls para tratar de llegar a un acuerdo por alguno de ellos antes del inicio de la zafra 2024-25.