Los Boston Celtics parecen no tener rivales en la presente temporada y su objetivo es claro: ganar el campeonato de la NBA.
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Los dirigidos por Joe Mazzulla tuvieron una prueba de fuego en el TD Garden y superaron con buena calificación, tras derrotar 127-120 en tiempo extra a los Minnesota Timberwolves, quienes con los actuales líderes de la Conferencia Oeste. El equipo de Massachusetts se apoyó en sus principales figuras con una presentación pletórica de Jayson Tatum de 45 puntos y otros 35 de Jaylen Brown.
Pese a que no contaron con Kristaps Porziņģis, los dueños del Este hicieron respetar su localía en Boston y extendieron una racha espectacular jugando en su pabellón. La victoria ante los de Minneapolis sirvió para seguirse alejando de la cima a cuatro juegos de ventaja de los Milwaukee Bucks.
La franquicia verde han hecho de su casa un territorio de solo triunfos en la vigente campaña y se encuentran invictos con 18 ganados de forma consecutiva. Esta impresionante marca como local los posiciona con la cuarto mejor en los últimos 20 años.
Históricamente, el pabellón de Massachusetts ha sido un tabloncillo difícil de ganar para los visitantes, pero los Celtics se han convertido en una cancha imposible de triunfar para los que se atreven a desafiarlos en el TD Garden. La racha más larga de más encuentros ganados para un equipo de la NBA en las últimas dos décadas le pertenece a los San Antonio Spurs, quienes salieron victoriosos 39 veces consecutivas.
Boston buscará seguir extendiendo su marca imbatida en la temporada cuando se enfrenten el sábado a Houston Rockets. La escuadra intentará alcanzar el tercer mejor hilo de lauros en casa, que le pertenece a los Cleveland Cavaliers de la 2008-2009 (23-0).