Redacción Meridiano
La NBA abrió una investigación en cuanto a la nueva contratación de James Harden, quien acordó 33 millones de dólares con los Sixers de Philadelphia, significando una gran revaja de dinero tras su opción de jugador que le permitiría cobrar 47.4 millones de dólares.
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De acuerdo a medios internacionales, la liga quiere llegar a la conclusión que la negociación de Harden no se trate de un acuerdo verbal donde hayan discutido nuevos montos de dinero, significando una violación a las normas de la National Basketball Association en cuanto a contratos.
En principio se trataba de una negociación baja para conseguir otros jugadores importantes que puedan ayudar a ser más competitivos, ya que hace semanas atrás el escoltado declaró que tiene deseos de conquistar un anillo a cualquier costo.
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Sin embargo, tras su renuncia a los 14 millones que le correspondía por su opción de jugador, la NBA comenzó a seguirle los pasos para verificar que no se trata de un acuerdo irregular que viole las leyes de la liga.