En una noche histórica para la NBA, el Juego 7 de las Finales 2025 entre los Indiana Pacers y los Oklahoma City Thunder estableció un hito como el partido más visto en los últimos 6 años. El encuentro, que mantuvo a los fanáticos al borde de sus asientos, no solo cautivó a los seguidores del baloncesto, sino que también marcó un momento significativo en la historia reciente de la liga.
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El dramático enfrentamiento, que coronó al Thunder como campeón de esta temporada, atrajo a millones de espectadores alrededor del mundo, convirtiéndose en un fenómeno mediático y reafirmando el poder de la NBA como una de las ligas deportivas más emocionantes y seguidas a nivel global.
Un duelo para la historia
El Juego 7, disputado en el Paycom Center de Indianápolis, enfrentó a dos equipos que lucharon incansablemente durante toda la serie. Los Indiana Pacers, liderados por su estrella Tyrese Haliburton, y los Oklahoma City Thunder, encabezados por el joven prodigio Shai Gilgeous-Alexander, ofrecieron un espectáculo inolvidable.
El partido estuvo lleno de momentos de alta tensión, canastas espectaculares y jugadas defensivas clave que mantuvieron a los fanáticos pegados a sus pantallas. La intensidad, el nivel de competitividad y la emoción de este enfrentamiento hicieron que el Juego 7 sea considerado, por muchos analistas, como uno de los mejores partidos de las Finales de la última década.
Récord de audiencia
Según datos preliminares, el Juego 7 rompió récords de audiencia al alcanzar la mayor cantidad de espectadores en una Final de la NBA desde 2019, cuando los Toronto Raptors vencieron a los Golden State Warriors en una emocionante serie.