El abuso de las redes sociales y el constante uso de pantallas entre los más jóvenes están generando un preocupante incremento en problemas de autoestima, ansiedad y otros trastornos de salud mental. Estas dificultades pueden incluso traer como consecuencia autolesiones y en casos extremos, llevar al suicidio.
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Según algunas cifras e investigaciones recientes, el suicidio es la principal causa de muerte entre jóvenes y adolescentes de edades comprendidas entre los 12 y 29 años. Algunas de las señales de alerta para las familias y tres herramientas para prevenir y atender estas situaciones:
Los cambios propios de la infancia y adolescencia pueden confundirse con conductas peligrosas. Padres y cuidadores deben estar atentos a cambios significativos, especialmente si van "más allá" de lo que sería normal en el entorno familiar.
El uso de las palabras también son un indicativo de que algo puede ir mal, escuchar frases como "sufro mucho", "mi vida no tiene sentido", "no valgo para nada" o "mi cuerpo es horrible" provenientes de jóvenes llenos de talento y oportunidades, puede ayudar a identificar que algo no está bien.
Las manifestaciones en redes sociales también pueden ser indicadores importantes. Los jóvenes que experimentan ideas suicidas a menudo dejan pistas en sus publicaciones. No se debe restar importancia a estas señales.
Es importante tener en cuenta si existe aislamiento físico y emocional. El abuso o adicción a las redes puede ser un signo de riesgo. Si un joven dedica más tiempo online que fuera de línea, abandona actividades sociales o muestra irritabilidad cuando se le quita el acceso a dispositivos electrónicos, es importante prestar atención.
La salud mental es un tema crucial en la era digital. Padres, educadores y profesionales deben estar alerta ante estas señales y trabajar juntos para proteger a los jóvenes.