Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una alerta sobre la resistencia a los antimicrobianos, lo que representa un riesgo a nivel mundial sobre la eficacia del tratamiento de infecciones ocasionadas por virus, bacterias, hongos y parásitos.
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Los estudios señalan que la población mundial ha desarrollado RAM y, como resultado los medicamentos se vuelven ineficientes y las afecciones persisten en el organismo. Estos fármacos incluyen los antibióticos, antifúngicos, antivíricos y antiparasitarios. Son sustancias que actúan destruyendo microorganismos o inhibiendo su proliferación.
La mayor preocupación es la propagación de nuevas enfermedades y el aumento de la tasa de mortalidad. En el 2015, la Organización aprobó la Estrategia Mundial para Contener la Resistencia a los Microbianos, iniciativa creada en el año 2001, como parte de las investigaciones operacionales en el área. Por ende, es fundamental desarrollar soluciones innovadoras, nuevos medicamentos y vacunas para resguardar a las personas de factores patógenos.
La máxima autoridad sanitaria insta a los gobiernos a sumar esfuerzos y promover prácticas eficaces para contrarrestar la situación que supone una amenaza para la sociedad mundial.