Durante 2023, el Canal de Panamá movilizaba alrededor de 38 embarcaciones por día, pero en lo que va de 2024, esta cifra descendió a apenas 24 embarcaciones. Esta reducción se debe principalmente a la intensa sequía por la que atraviesa Panamá y que se mantendrá al menos hasta la primavera, cuando regrese la temporada de lluvia.
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Según el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, el problema de la sequía es un tema global, que no solo está afectando al canal de Panamá, sino también a otras rutas pluviales en todo el mundo, entre ellas el Rin, el Mississippi y el Amazonas.
Al mismo tiempo, Vásquez apuntó que “el Canal de Panamá tiene una desventaja fundamental y es que es la única ruta del mundo que opera con agua dulce”. En ese sentido, las autoridades del Canal aseguran que esta disminución del nivel de agua a causa de la sequía, podría implicar costes de entre 500 y 700 millones de dólares este año, unos 200 millones más de los que se habían calculado previamente.
Para que funcione el mecanismo del Canal de Panamá, son necesarias grandes cantidades de agua. Por cada travesía, se necesitan alrededor de 200 millones de litros de agua, que provienen de un área que es alimentada por dos lagos.
Con base en ello, las autoridades del Canal han declarado la urgencia de crear nuevas fuentes de agua tanto para el funcionamiento del canal como para el consumo humano, en virtud de hacer frente a la problemática, dado que los mismos lagos que abastecen el canal, también abastecen de agua a todos los habitantes del país.
