En un esfuerzo por aproximarse a cómo pudo haber sido la apariencia real de Jesucristo, el fotógrafo neerlandés Bas Uterwijk ha utilizado inteligencia artificial y tecnología 3D para crear una representación digital del rostro del icónico personaje religioso. Uterwijk empleó Artbreeder, un software basado en redes neuronales, que combina y ajusta características faciales extraídas de una amplia base de datos de fotografías y pinturas históricas.
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Un rostro basado en datos históricos y étnicos
La recreación de Uterwijk no se limitó a lo generado por la inteligencia artificial. Para asegurar mayor precisión histórica, el fotógrafo ajustó detalles como el cabello y la barba, adaptándolos a los estilos típicos del Medio Oriente de hace 2,000 años. Estos detalles fueron cruciales para ofrecer una representación que respetara las características étnicas y el contexto histórico de la época en la que vivió Jesús.
El enfoque de Uterwijk no es el único intento de visualizar a Jesucristo con la ayuda de la tecnología moderna. El profesor Giulio Fanti, de la Università di Padova, también ha trabajado en una representación del rostro y cuerpo de Jesús, utilizando datos obtenidos de la Sábana Santa, una reliquia que muchos creen envolvió el cuerpo de Jesús tras su crucifixión. Fanti y su equipo emplearon tecnología 3D y análisis histórico para crear una visión alternativa de la figura de Jesús, aunque reconocen que no se pueden determinar con exactitud detalles como el tono de piel o el color del cabello.
Limitaciones y posibilidades de las representaciones digitales
Si bien estas representaciones ofrecen una visión fascinante de cómo podría haber sido Jesús, es importante señalar que tienen sus limitaciones. Los modelos de inteligencia artificial, aunque avanzados, dependen de la calidad y cantidad de datos disponibles. Sin información precisa sobre el cabello y el tono de piel de Jesús, estas representaciones siguen siendo interpretaciones basadas en los mejores datos disponibles.
Los avances en inteligencia artificial y tecnología 3D han abierto nuevas posibilidades para explorar y visualizar figuras históricas. Estas herramientas permiten a los investigadores y artistas combinar datos históricos con técnicas modernas para ofrecer nuevas perspectivas sobre personajes como Jesucristo. Sin embargo, las representaciones resultantes deben ser vistas como interpretaciones informadas, más que como retratos definitivos.
La fascinación por descubrir el verdadero rostro de Jesucristo continúa impulsando investigaciones y proyectos que combinan historia, arte y tecnología. A medida que las herramientas digitales evolucionan, es probable que veamos más intentos de recrear figuras históricas con mayor precisión y detalle.