Tras un período de sedentarismo, es importante tomar en consideración las claves para retomar la actividad física sin lesionarte. Lo primordial es que la evolución sea progresiva, de esta forma adquieres resistencia y elasticidad, además, tu cuerpo se acostumbra a los nuevos movimientos.
Los especialistas aseguran que la actividad física recurrente proporciona efectos positivos en la salud del practicante, tal como la segregación de la serotonina, también conocida como la “hormona de la felicidad” que produce una sensación de bienestar general. También, se produce favorece la neuroplasticidad cerebral, pues la persona adquiere nuevos conocimientos durante la práctica e implementa diversas rutinas de ejercicios.
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Al momento de retomar la actividad física, es importante que tengas un acompañamiento especializado, tanto nutricional como un entrenamiento adecuado a tus requerimientos propios. Al iniciar puedes mezclar ejercicios aeróbicos y anaeróbicos, los primeros te ayudarán a tener mayor oxigenación y los otros, resistencia.
También, puedes incluir caminatas de 25 minutos al aire libre y con exposición solar, la cual favorece la producción de la vitamina D. Desde los primeros días, comenzarán a sentir los beneficios: liberación de toxinas, disminución del estrés y ansiedad, así como un óptimo estado anímico.
Otra de las claves es establecer metas realistas. Los especialistas recomiendan realizar un listado de objetivos a corto y mediano plazo. Por otra parte, en caso de que decidas asistir al gimnasio es valioso tener un entrenamiento personalizado según tu edad y peso, determinando la cantidad de horas necesarias y las rutinas requeridas. Además, es fundamental mantener una hidratación adecuada durante la actividad física.
Finalmente, es importante tener un día de descanso en el que tu cuerpo se relaje y se adapte a las nuevas exigencias físicas.