El papel moneda de cada país tiene una característica única que, con el tiempo y el estado de conservación, le da un valor superior al que está impreso en el billete. En algunos países, cuando la moneda es cambiada para renovar su diseño, los coleccionistas entran en acción con una caería del lote que deja de circular.
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Una de las principales características de que los cazadores de billetes están pendientes es el número del serial; entre más cercano al 1 esté, ese papel moneda puede valer cientos y miles de dólares, por ser uno de los primeros lotes en hacerse y salir al mercado.
Al igual que el arte, los billetes también son obras de bolsillos que a veces pasan desapercibidas porque las usamos todos los días, pero hay otras que hasta un duplicado o un error de impresión de cualquier casa de la moneda puede convertir a un billete de baja denominación en un "Santo Grial".
Billetes más caros pagados por coleccionistas
1890 Grand Watermelon: Este billete es uno de los más raros y conocidos en los Estados Unidos. El papel moneda con denominación de 1.000 dólares es uno de los iconos de la historia financiera del país norteamericano. Además, se le conoce principalmente por los tres grandes ceros que dan una forma similar a unas sandías (de ahí proviene su nombre), que se encuentran en la cara frontal del billete. Fue vendido por 2.791.803 euros.
1891 Red Seal: Otro billete que partió las subastas es uno de 1.000 dólares americanos, el cual fue subastado por 2.120.531 euros, aunque se pensaba que su precio sería muy inferior; terminó muy por encima de la estimación, porque en 1944 se vendió por 1.142 euros. Hasta la fecha solo se conocen dos ejemplares.
Billete australiano de 1924: Otro elefante blanco es el billete de 1.000 libras australianas que alcanzó a ser conocido como el billete australiano más caro de la historia cuando se vendió por 1.018.028 euros. Es el único billete conocido que está fuera de los museos desde el año 1988.
Billete de 20 rupias de Zanzíbar (1908). Es el billete africano más caro de la historia, aunque fue impreso hace apenas 100 años, un tiempo muy reciente frente a su altísimo valor. Tan solo hay unos pocos disponibles en el mundo, por lo cual se trata de un ejemplar extremadamente raro y costoso. Uno de estos billetes fue vendido por 190,853 euros en una subasta.
Billete de 1 millón de libras. Conocidos como los "gigantes", fueron impresos por el Banco de Inglaterra en 1948 como parte del plan Marshall para impulsar la economía tras la Segunda Guerra Mundial. Se sabe que solo quedan 9 ejemplares de estos billetes; uno de ellos fue vendido por 131,000 euros en 2011.