El Manchester City estuvo a nada de lograr una gran victoria ante el Tottenham, pero al minuto 90', el sueco Dejan Kulusevski marcó el agónico empate para los Spurs, en un partido que fue un toma y dame, y en el cual hubo una decisión polémico del árbitro principal en contra del equipo de Pep Guardiola.
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El árbitro Simon Hooper paró el juego por una falta sobre Erling Haaland y no dio ley de la ventaja cuando Jack Grealish se quedaba solo ante el guardameta contrario, siendo encarado por la gran mayoría de los jugadores del City, quienes le recriminaban la decisión.
"Yo cometo errores. Los jugadores cometen errores", dijo Guardiola después del partido. “En el momento en que Erling cae, el árbitro estuvo bien. Hizo el gesto de seguir jugando, pero después del pase paró el juego. No quiero criticarlo. en el banquillo a veces pierdo la cabeza. Mi gesto no fue el correcto”. confesó el técnico catalán.
Guardiola también aseguró que dicha decisión no influyó en el resultado. "No fue esa la causa del empate. Ellos están felices y nosotros estamos un poco menos felices”.