Real Madrid y Barcelona protagonizaron una auténtica batalla campal en el tabloncillo de la Copa del Rey del baloncesto español, tras avivar una gran final histórica con un careo lleno de igualdad durante casi todo el compromiso y que se resolvió en los últimos impases del cotejo a favor del cuadro merengue.
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Justamente, ese primer cuarto en Málaga era lo más promisorio de lo que vendría en el juego, con esa igualdad de 19 puntos por lado y con un Parker bastante estelar por el lado culé, junto a la aportación de un Laprovittola viniendo desde el banquillo. Por el Madrid, Walter Tavares impuso resistencia, dibujando hasta tres triples en siete minutos.
En el segundo acto, el Barcelona parecía con ganas de encaminar las cosas, con ese parcial inicial de 0-5, sin embargo, el cuadro merengue iba a reponerse y volver a la dinámica de mucha paridad, con la aparición de Mario Hezonja, quien pudo registrar hasta 12 puntos seguidos. Al termino de ese cuarto, los azulgranas tenían una ligera ventaja 43-45.
El Real Madrid para ese tercer cuarto mejoró sus prestaciones y lograron revertir la pizarra, aunque no por mucha diferencia. Ese parcial culminó con 66 puntos para el madridismo y 63 para los culés. Fue, entonces, cuando el último cuarto del compromiso, el Madrid pudo hilvanar la ventaja final para hacerse de la Copa del Rey número 29 en sus vitrinas, con valor especial por ser frente a su eterno rival. Facundo Campazzo se quedó con la distinción del jugador más valioso de la final, gracias a esos 18 puntos y seis asistencias que construyó a lo largo del encuentro.