Las siamesas Abby y Brittany Hensel, que nacieron en 1990 son famosas por ser de las pocos casos en sobrevivir la infancia, han tenido una vida bajo el ojo mediático, documentando sus experiencias en la serie de TLC Abby & Brittany, una especie de reality, pero de alguna forma lograro ocultar al mundo una información que hubiese sido oro para los medios de comunicación de chisme.
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En la vida no hay nada oculto entre el cielo y la tierra, y una boda secreta de una de las personas más mediáticas del mundo es complicado. Esta semana se conoció que Abby Hensel se casó hace tres año (2021) con Josh Bowling.
Abby y Brittany son gemelas unidas por bicéfala, un fenómeno que ocurre sólo en uno de cada 200,000 nacimientos. Comparten un torrente sanguíneo y todos los órganos debajo de la cintura, con Abby controlando el lado derecho y Brittany el izquierdo.
Boda secreta
Según el medio de comunicación Today, la boda secreta fue un evento discreto y no ha sido hasta hace poco que las imágenes de las gemelas siamesas vestidas de novia celebrando su amor y su nueva vida empezaron a ver la luz en redes sociales y medios de comunicación.
Aunque las gemelas son prudentes a la hora de compartir su nueva vida en redes sociales, en su página de Facebook se puede ver cómo Josh, Abby, y Brittany, junto con la hija de Josh, disfrutan de una vida llena de actividades al aire libre, como largas caminatas o tubing en la nieve.
Abby y Brittany poseen órganos individuales en la parte superior de su cuerpo mientras que comparten la mayoría de los órganos que se encuentran a nivel del ombligo o por debajo de éste, una excepción es la columna vertebral. Dos corazones con un sistema circulatorio compartido.
Los siamesas tienen cada uno un pensamiento totalmente independiente. Es posible que cada uno controle un brazo: pero son dos cuerpos pegados. Un cerebro completo regula la mitad y el otro, la otra.
Que pasa con la intimidad
Alice Dreger, exprofesora de humanidades médicas clínicas y bioética en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, explica en un artículo en 'The Atlantic' que, al compartir genitales, es probable que los gemelos sientan cualquier contacto en estos órganos.
Aún así, la experta señala que es "difícil adivinar cómo resultará cualquier unión en la práctica", puesto que cada gemelo experimenta actividades sensoriales diferentes en las partes del cuerpo, reseñó el portal La Prensa Gráfica (El Salvador) sobre lo que dijo la especialista.
