Heineken, la segunda mayor cervecera del mundo, ha reportado un descenso del 22% en su beneficio operativo durante el primer semestre, lo que ha sido atribuido al impacto del aumento de precios en el consumo. Además, los volúmenes de cerveza han disminuido más de lo esperado, mientras que los precios han experimentado un incremento del 13%.
La compañía se enfrenta a un desafío para equilibrar los costos elevados de las materias primas sin afectar la preferencia de los consumidores por marcas más económicas. Esta situación ha llevado a la empresa a implementar estrategias para mantener su competitividad en el mercado cervecero.
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Las acciones de Heineken también se han visto afectadas negativamente, registrando una caída del 6% tras la publicación de los resultados trimestrales. Esta respuesta del mercado refleja la preocupación de los inversionistas por el impacto de los aumentos de precios en el rendimiento financiero de la compañía.