Resulta que soplar las velas del pastel puede ser más interesante de lo que crees. Según varios estudios científicos, cuando soplas las velas, se genera una corriente de aire que se propaga sobre la superficie del pastel. Esta corriente de aire puede llevar consigo una gran cantidad de microorganismos, como bacterias y virus, que están presentes en tu boca.
Es posible que te sorprenda saber que al apagar las velas, estás esparciendo pequeñas partículas de saliva y microorganismos sobre el pastel. Un estudio realizado por la Universidad de Clemson encontró que el número de bacterias en el pastel aumenta significativamente después de soplar las velas. Incluso se detectaron bacterias que normalmente se encuentran en la boca y en el tracto respiratorio superior.
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Sin embargo, no hay necesidad de entrar en pánico. Aunque puede parecer desagradable, la mayoría de los microorganismos presentes en la boca son inofensivos y es poco probable que te hagan enfermar. Además, el tiempo de exposición al pastel después de soplar las velas es relativamente corto, por lo que las posibilidades de contagio son mínimas.
A pesar de esto, algunos estudios sugieren que es mejor evitar soplar directamente sobre el pastel si estás enfermo o tienes una infección en la boca. En su lugar, puedes utilizar un método alternativo, como utilizar velas separadas o soplar desde una distancia prudente. Esto ayudará a minimizar la propagación de microorganismos y reducirá el riesgo de contaminación.
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Entonces, la próxima vez que celebres tu cumpleaños y te dispongas a apagar las velas, recuerda que hay más de lo que parece en ese sencillo acto. Soplar las velas puede ser divertido y emocionante, pero también puede ser un recordatorio de la presencia de microorganismos en nuestro entorno. Así que, disfruta de tu pastel de cumpleaños, haz un deseo y celebra con precaución.