Este martes, la Guardia Revolucionaria de Irán confirmó el lanzamiento de una serie de misiles contra Israel, en lo que calificó como un acto de represalia por la muerte de figuras clave del movimiento Hamás y Hizbulá, así como de un alto mando militar iraní.
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El ataque fue una respuesta directa a los recientes bombardeos israelíes que resultaron en la muerte de Ismail Haniyeh, líder de Hamás; Hasán Nasrala, jefe de Hizbulá; y Abbas Nilforushan, general de brigada de la Guardia Revolucionaria iraní.
En un comunicado oficial, el cuerpo de élite iraní explicó que el ataque consistió en el lanzamiento de “decenas de misiles balísticos” que impactaron en “el corazón de los territorios ocupados”. Las imágenes de los proyectiles cruzando los cielos de varias ciudades iraníes, como Teherán, Isfahán, Shiraz y Tabriz, fueron difundidas por la agencia estatal IRNA y se viralizaron rápidamente en redes sociales, aumentando la tensión en la región.
Por su parte, la televisión estatal iraní IRIB celebró el ataque con un tono triunfalista. Durante la transmisión, un locutor declaró: “os sacarán de vuestras casas y os castigarán, los judíos seréis castigados”, mientras se mostraban imágenes de los misiles en pleno vuelo. Este discurso refleja el incremento de la retórica hostil de Irán hacia Israel en los últimos meses, agravada por las recientes muertes de sus aliados.
Escalada de tensiones en Oriente Medio
La ofensiva de Irán ocurre en un contexto de escalada de tensiones entre los dos países. El Ejército israelí había anticipado el ataque pocas horas antes, lo que llevó a la activación de las alarmas antiaéreas en varias ciudades de Israel. A pesar de las alertas tempranas, aún no se ha dado a conocer el alcance de los daños provocados por los misiles iraníes.
El ataque de este martes es el primero de este tipo desde abril, cuando Irán lanzó misiles y drones contra dos bases aéreas israelíes en respuesta a la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria en un ataque al consulado iraní en Damasco. Aunque ese incidente no causó mayores daños, el contexto actual es mucho más delicado, debido al asesinato de Haniyeh, Nasrala y Nilforushan, tres figuras clave para Irán y sus aliados en la región.
Teherán había prometido vengarse de Israel tras la muerte de Haniyeh, quien falleció en un ataque en Teherán durante la toma de posesión del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian, a finales de julio. No obstante, hasta ahora, Irán había guardado relativo silencio sobre el asesinato de Nasrala, líder de Hizbulá y aliado cercano del gobierno iraní.