La Policía de Brasil informó recientemente que se encuentran tras la pista de una trama de decenas de pastores evangélicos que se dedicaban a estafar a sus víctimas aprovechándose de la y las creencias religiosas de estas personas. Según los datos que recogen las autoridades, las víctimas ascenderían a unas 50.000 en todo el territorio carioca.
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Con base en esta investigación, los agentes policiales tienen ahora la labor de hacer cumplir dos órdenes de prisión preventiva, así como también 16 órdenes de búsqueda y registro contra las personas que están siendo acusadas de estafa, lavado de dinero y falsificación de documentos. Todo esto quedó establecido en un comunicado emitido por la Policía Civil de Brasilia.
Esta investigación criminal se llevó a cabo dentro de las acciones de la operación denominada Falso Profeta, en la que también se incluye el bloqueo de bienes por un valor no revelado y la prohibición de los acusados a hacer uso y tener acceso a redes sociales.
¿Cómo estaba compuesta esta trama?
En esta organización criminal que ahora está siendo investigada en Brasil, participaban unas 200 personas y además fue responsable de movilizar alrededor de 30 millones de dólares en los últimos años. Para llevar a cabo sus actividades ilícitas se valieron de unas 40 empresas fantasmas y 800 cuentas que ahora son investigadas como sospechosas.
Su modus operandi era a través de las redes sociales, a través de las cuales se encargaban de contactar a las víctimas para convencerlas de invertir sus ahorros en operaciones financieras y proyectos humanitarios falsos, con el beneficio de obtener recompensas astronómicas en un corto plazo de tiempo.
La mayoría de estas víctimas participaban en los cultos de estos pastores evangélicos y el discurso que se les daba era que habían sido “elegidos por Dios” para recibir “bendiciones” en forma de sumas millonarias. Una de las formas más comunes de estafa era pedir a las víctimas que depositaran unos $25 a cambio de recibir una cifra millonaria a corto plazo.