Las freidoras de aire se han popularizado rápidamente, prometiendo comidas crujientes y saludables sin la necesidad de grandes cantidades de aceite. Sin embargo, detrás de esta fachada saludable se esconden algunos riesgos para la salud que es fundamental conocer.
Sustancia que genera la freidora de aire
Una investigación liderada por la Universidad de Gazi (Turquía) alerta de que las freidoras de aire producen una mayor cantidad de acrilamida, una sustancia química tóxica que se crea de forma natural en algunos alimentos durante ciertos procesos de cocinado a altos temperaturas, como la fritura.
La acrilamida es clasificada como un probable carcinógeno, lo que significa que puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer, según la Organización Mundial de la Salud.
¿Por qué las freidoras de aire favorecen la formación de acrilamida?
- Temperaturas elevadas: A pesar de utilizar menos aceite, las freidoras de aire alcanzan altas temperaturas, lo que crea el ambiente perfecto para la formación de acrilamida.
- Tiempo de cocción: Aunque el tiempo de cocción puede ser menor en comparación con los métodos tradicionales, la combinación de altas temperaturas y alimentos ricos en carbohidratos sigue favoreciendo la producción de esta sustancia.
Otros riesgos a considerar
Además de la acrilamida, existen otros factores que pueden influir en la salud al utilizar freidoras de aire:
- Pérdida de nutrientes: Al cocinar a altas temperaturas, algunos alimentos pueden perder una parte significativa de sus nutrientes.
- Contaminación cruzada: Si no se limpian adecuadamente, las freidoras de aire pueden convertirse en un caldo de cultivo para bacterias, lo que puede provocar intoxicaciones alimentarias.
- Falsas expectativas: La tendencia a creer que cualquier alimento cocinado en una freidora de aire es automáticamente saludable puede llevar a un consumo excesivo de alimentos procesados y poco saludables.
¿Cómo minimizar los riesgos?
Si decides utilizar una freidora de aire, puedes tomar algunas precauciones para reducir los riesgos:
- Elige alimentos frescos: Prioriza alimentos frescos y naturales sobre los procesados.
- Cocina a temperaturas más bajas: Aunque esto puede aumentar el tiempo de cocción, reducir la temperatura ayudará a disminuir la formación de acrilamida.
- Corta los alimentos en trozos más pequeños: Los trozos más pequeños se cocinan más rápido y a temperaturas más bajas.
- Limpia la freidora regularmente: Una buena higiene es esencial para prevenir la contaminación cruzada y la proliferación de bacterias.
Las freidoras de aire pueden ser una herramienta útil en la cocina, pero no son la panacea para una alimentación saludable.
Es fundamental ser conscientes de los riesgos asociados con su uso y tomar medidas para minimizarlos. La mejor manera de disfrutar de una alimentación saludable es combinar diferentes métodos de cocción, priorizar alimentos frescos y naturales, y cocinar a temperaturas moderadas.