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La migración ilegal hacia Estados Unidos ha aumentado considerablemente, especialmente entre los colombianos. En los últimos dos años fiscales, casi el 95% de los inmigrantes colombianos detenidos intentaban cruzar la frontera por caminos no habilitados. Según datos de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) y el Instituto para las Políticas Migratorias (MPI), entre octubre de 2022 y mayo de 2024, se registraron 261.621 encuentros con nacionales colombianos, de los cuales 248.023 fueron arrestados por la patrulla fronteriza y 13.598 se entregaron en puntos de entrada oficiales.
Los datos de la CBP revelan que, aunque las detenciones ocurren a lo largo de los más de 3.000 kilómetros de frontera entre Estados Unidos y México, ciertos puntos son más frecuentados. En 2023, El Paso, Texas, fue el líder en detenciones con 42.000 casos, seguido por San Diego, California, con 38.000, y Del Río, Texas, con 33.000.
Sin embargo, en 2024, San Diego vio un aumento significativo con 46.000 encuentros, mientras que El Paso y Del Río experimentaron una disminución. Este cambio en las rutas migratorias puede atribuirse a varios factores, incluyendo la mayor aplicación de la ley en México, condiciones de seguridad volátiles en ciertas ciudades mexicanas, y cambios políticos en Texas que han endurecido los controles fronterizos. Además, las rutas de contrabando se difunden de boca en boca entre los migrantes, lo que también influye en la elección de las rutas.
El perfil de los inmigrantes colombianos detenidos ha variado con el tiempo. En 2023, el 47% de los detenidos eran familias y el 52% eran adultos solos. En 2024, estas cifras cambiaron a 41% y 58%, respectivamente. Un pequeño porcentaje corresponde a menores de edad que viajan solos. La mayoría de los detenidos solicita asilo político una vez bajo custodia, aunque muchas de estas solicitudes han sido rechazadas desde que la administración Biden implementó medidas más estrictas en junio de 2023.
El Departamento de Seguridad Interna (DHS) ha advertido sobre los múltiples peligros que enfrentan los migrantes durante su travesía, incluyendo la explotación por contrabandistas y delincuentes, así como riesgos físicos como lesiones, deshidratación y ahogamiento. El DHS enfatiza que cruzar ilegalmente puede resultar en arresto, detención, posible expulsión y una prohibición de regreso a Estados Unidos.
En un comunicado reciente, el DHS anunció que los procedimientos para solicitar asilo se han endurecido, especialmente para aquellos detenidos tratando de ingresar entre puntos de entrada. Los migrantes sorprendidos cruzando la frontera ilegalmente enfrentarán arresto, detención y posible expulsión, con una prohibición de cinco años para regresar y posibles sanciones penales adicionales.