El cofundador de Microsoft, Bill Gates, ha lanzado una de sus críticas más contundentes hasta la fecha contra Elon Musk, acusándolo de ser responsable directo de la muerte de niños en las regiones más pobres del mundo debido a los recortes en ayuda humanitaria implementados a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
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En una entrevista reciente, Gates expresó su preocupación por las decisiones del presidente de Estados Unidos, enfocándose especialmente en Musk, a quien acusa de actuar con ignorancia al implementar severos recortes a través del DOGE.
Gates acusa a Musk de provocar una crisis humanitaria global
Gates ha sido especialmente crítico con la cancelación de fondos a un hospital en Gaza que trabajaba para eliminar la transmisión del VIH. Según Gates, esta decisión ha dejado a millones de personas sin acceso a medicamentos, alimentos y servicios esenciales que salvan vidas. Señaló directamente el cierre de la agencia USAID y la eliminación de ayudas al desarrollo como detonantes de una posible reaparición de enfermedades como el sarampión, la polio o el VIH.
Musk justificó en redes sociales algunos de estos recortes con teorías desacreditadas, como la acusación de que Estados Unidos estaba enviando preservativos a Hamás, lo cual fue desmentido por múltiples fuentes. Para Gates, esta desinformación es peligrosa: “Me encantaría que fuera (a Mozambique) y conociera a los niños que ahora están infectados por el VIH porque él recortó ese dinero”.
Un choque de visiones sobre la filantropía y el papel del gobierno
Este enfrentamiento entre Gates y Musk no es nuevo. En 2010, Gates promovió The Giving Pledge, una campaña para que las personas más ricas del mundo donaran la mayor parte de su fortuna con fines benéficos. Aunque Musk inicialmente firmó el compromiso, luego se retractó y llegó a declarar que la filantropía era “una mierda”, proponiendo en su lugar soluciones de mercado. Desde entonces, han mantenido una relación tensa marcada por críticas cruzadas.
Gates, que planea cerrar su fundación en 2045 tras donar más de 300.000 millones de dólares, contrasta con Musk en su enfoque sobre la riqueza. A sus 69 años, asegura que legará menos del 1% de su fortuna a sus hijos y defiende una fiscalidad más progresiva y un fuerte impuesto a las herencias para evitar lo que llama “riqueza dinástica”. Estas posturas chocan con las iniciativas del Congreso liderado por republicanos, que busca ampliar las exenciones fiscales a las grandes fortunas.
Las acusaciones de Gates a Musk reflejan una profunda división sobre el papel de la filantropía, la responsabilidad de los multimillonarios y el enfoque hacia la ayuda internacional. Mientras Gates aboga por una intervención activa y generosa en las crisis humanitarias, Musk parece inclinarse por un enfoque más escéptico y orientado al mercado, lo que ha generado un intenso debate sobre las consecuencias de estas políticas en las poblaciones más vulnerables del mundo.